Las claves del debate entre Kamala Harris y Donald Trump, un acontecimiento político inédito en las campañas de EEUU
Madrid
La Cadena SER va emitir esta próxima madrugada íntegramente el debate entre Kamala Harris y Donald Trump, en una programación especial dirigida por Miguel Ángel Muñoz Encinas. Este no es un debate más. Estamos ante un acontecimiento político inédito en las campañas presidenciales norteamericanas. Ambos se juegan convencer a los votantes clave y, especialmente, en los estados bisagra que decidirán las elecciones.
Estamos ante un debate para la historia porque no han podido pasar más cosas en menos tiempo. El candidato demócrata que debatió en junio ya no es el candidato que va a debatir en septiembre y el candidato republicano estuvo a punto de ser asesinado quince días después. La candidata demócrata a vicepresidenta fue designada candidata a la presidencia y se convirtió en la primera mujer negra que aspira al cargo en la historia del país.
Y todo esto desemboca, con las encuestas en un puño, en un cara a cara entre una antigua fiscal, Kamala Harris, y un delincuente condenado, Donald Trump. Todo lo que rodea este debate es anómalo.
La que más se juega
Kamala Harris es la que más se juega porque, si bien su candidatura ha provocado una movilización sin precedentes en el electorado demócrata, todavía genera dudas. Para ella, el debate de esta noche es casi como una entrevista de trabajo con millones de personas decidiendo si es apta para el puesto.
Este mismo fin de semana, una encuesta de The New York Times desvelaba que el 28% de los electores aún necesita más información sobre la candidata demócrata para decidir su voto. Sólo el 9% dice necesitar más datos sobre Trump.
Kamala Harris tendrá que buscar el equilibrio entre presentar sus propuestas sobre economía, aborto, inmigración, política internacional... y contestar debidamente a Donald Trump sin caer en las trampas dialécticas que a buen seguro le tenderá el candidato republicano.
Y Trump, que esta noche será el anciano del debate, tendrá que decidir si hace caso a sus asesores y se centra en presentar sus políticas u obedece a sus instintos y se dedica a descalificar a Kamala Harris. Es revelador que los demócratas, que en junio con Biden pidieron que los micrófonos estuvieran cerrados salvo cuando estuvieran en el uso de la palabra, quisieran abrirlos para el debate de esta noche y hayan sido los republicanos los que ahora hayan dicho que mejor dejarlos cerrados.
El debate comienza a las 3:00 de la madrugada hora española y el programa especial empieza a las 2:30, con Sara Canals desde Filadelfia y analistas en el estudio, hasta las 5:00 aproximadamente.