Natalia de Santiago, influencer financiera: "Todo el mundo haciendo deporte para vivir 100 años y yo pienso '¿y de qué vas a vivir de los 65 a los 105?"

Madrid

Natalia de Santiago, influencer financiera, autora de "Emprende en positivo" (editorial Planeta), una persona que lleva su propio cuaderno de contabilidad desde los 8 años, ha dado mucho que pensar en el Hoy por Hoy de Àngels Barceló al Comando Norte, formado por los periodistas Aitana Castaño y Nacho Carretero. Ella ya sabe que, si se compra ese coche con el que sueña, debería hacerlo a tocateja (pero de segunda mano), y él que es necesario tener un colchón de emergencias equivalente (por lo menos) a tres meses de sueldo para imprevistos. Otra cosa es que alguien, en España, con estos sueldos, pueda permitirse algo así. Tampoco lo sabemos sobre Nacho y Aitana porque, como somos españoles, nos da apuro y pudor hablar de dinero. Y así nos va, que muchas veces no somos ni siquiera capaces de preguntar cuánto nos van a pagar en una entrevista de trabajo.

En España hay una gran ignorancia financiera y eso, en el caso de los autónomos y de los pequeños empresarios especialmente, puede tener consecuencias dramáticas. "En los autónomos la vida personal y la profesional están completamente entrelazadas. Es muy difícil distinguir dónde acaba el autónomo y dónde empieza la persona física. Que tú no sepas de finanzas, por tanto, no solo te va a afectar en tu negocio y en tu trabajo y en lo que puedas ganar con tu trabajo, sino que puede tener unas repercusiones muy serias en tu vida personal, a corto, a medio y a largo plazo. Empezando por sanciones, por supuesto, y llegando a tu jubilación. Hoy en día que todo el mundo está haciendo deporte para vivir 100 años, yo siempre pienso 'ay amigo, ¿y de qué vas a vivir de los 65 a los 105? '"

Natalia recomienda tener un colchón para emergencias equivalente, al menos, a tres meses de sueldo, aunque mejor seis. Pero advierte de que muchos "imprevistos" no son tales: el IBI llega todos los años, no vale hacerse los locos y sorprenderse por ese impuesto, o cualquier otro, un año tras otro. Natalia es tan previsora, y tan fan de un buen presupuesto, que incorpora imprevistos a sus previsiones de cuentas: "Cuanto mejor es tu presupuesto, menos imprevistos hay. Yo, por ejemplo, que soy una loca, tengo presupuestado que se me va a estropear algún electrodoméstico. No sé cuál, no sé cuándo va a pasar, pero la obsolescencia programada es una realidad", por lo que es lógico tener en cuenta ese gasto. "Y luego, si no se estropea, digo anda, pues esto que me ahorro y que me puedo gastar en otra cosa".

"La gente me dice 'tú eres súper ahorradora.' Y no: a mí me cuesta muchísimo ahorrar y soy de esas personas que si entro en la tienda me lo llevo todo puesto. Entonces yo sé que si yo voy a un restaurante no quiero andar ahí, pensando esto no lo pido, que este plato es muy caro. Para eso tengo control, porque yo no soy ahorradora como forma de ser. Tener el control, tener presupuestado que me puedo gastar X en tal cosa, a mí ya me da paz para luego salir y hacer lo que me da la gana".

Con cinco hijas, además, para ella es muy importante ajustarse a lo presupuestado y enseñar cultura financiera a sus hijas. Aunque lo cierto es que ser ahorrador o manirroto es una forma de ser como la que uno nace, porque entre sus hijas las hay que no llegan a fin de mes y las que siempre están forradas y prestan a las demás. Pero falta formación, que debería darse en la escuela: "es como si pretendiéramos que la gente aprendiera a hacer logaritmos sin haber ido a clase de matemáticas. ¿Tú cómo vas a saber cómo se calcula un tipo de interés de un préstamo si no te lo ha enseñado nadie? Entonces, mientras no se incluya en el plan educativo, que sería lo suyo, no nos queda más que suplirlo en casa y nosotros mismos formarnos como buenamente podamos."

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En cualquier caso, a Natalia no le cabe duda de que la familia en la que creces determina tu relación con el dinero. "Se heredan los traumas financieros, igual que se heredan otro tipo de traumas. Yo siempre digo que si tú no estás educando a tus hijos activamente en finanzas, los estás educando sin saberlo, porque les estás transmitiendo tus hábitos, tus preocupaciones y tu comportamiento. Por ejemplo, la aversión al riesgo. La gente emprendedora muchas veces lo has visto en casa y la gente que tiene mucho miedo al dinero, la gente que es muy adversa al riesgo, eso también lo ha heredado. Si tú no quieres que tus hijos hereden lo malo, sino que hereden lo bueno, pues tienes que enseñárselo conscientemente".

El caso práctico de Aitana Castaño y el colchón de emergencias

Aitana ha aprovechado para pedirle asesoramiento a Natalia en directo. Necesita comprarse un coche nuevo, y tiene ahorros para poder hacerlo a tocateja, pero no se decide. Natalia le ha recomendado que lo compre a tocateja, para evitar los intereses y porque un coche va perdiendo valor desde el primer minuto. Pero le ha advertido que lo haga sin tocar su "colchón de emergencias", que debería ser de tres meses de sueldo. "Tres meses de tu mensualidad es el mínimo. Por debajo de tres se considera vulnerabilidad financiera y esto se vio en la pandemia. Toda la gente que no tenía ese colchón de emergencia que se llama sufrió mucho. Ese colchón hay que protegerlo como oro en paño. Si te viene una emergencia lo utilizas, pero en cuanto lo utilizas te pones ahorrarlo otra vez".

Pero claro, la realidad española, como han recordado Àngels, Aitana Castaño y Nacho Carretero, es que vivimos al día. ¿Ahorrar tres meses de sueldo? Para la mayoría de nosotros eso es una utopía. Pero apuntamos los consejos por si algún día remontamos el eterno bache.