Pedro Simón: "Cuando llegue el momento de cuidar a tus padres, sabrás si has sido un hijo de puta"

Hay muchos momentos que marcan un antes y después en la vida de alguien. El primer hijo, firmar el primer contrato de trabajo, una mudanza, un viaje a la otra punta del mundo o una enfermedad. Pero las hay también mucho más cotidianas, como la primera vez que tienes que limpiarle el culo a tu padre. Es lo que dice una de las protagonistas de Los siguientes, la nueva novela del periodista y escritor Pedro Simón. Una historia sobre envejecer, cuidar, estar presente, con todo lo que eso conlleva, en el último capítulo de la vida de un padre.

Los siguientes es un libro que habla sobre el envejecimiento, sobre qué hacer cuando nuestros padres se vuelven muy mayores y dependientes, sobre qué debemos hacer o cómo reaccionar... Ese es el hilo conductor de un libro que habla sobre el paso del tiempo, que nos ahoga a todos, y que vemos reflejado en nuestros padres. Pedro Simón, autor de la novela, ha venido este martes a La Ventana para charlar sobre su libro y contar sus aspectos más importantes.

Un libro sobre el paso del tiempo

Si algo se repite hasta la saciedad es la famosa expresión "no hay que juzgar un libro por su portada". En el caso de Los siguientes habla por sí sola: una foto de un señor de unos 40 años tiene encima encima de él a un niño que, a su vez, tiene a un segundo niño más pequeño sobre su espalda. "Esa foto está tomada en Zamora en 1974 y el niño de arriba soy yo. La elegí como portada porque habla mucho de la cadena de montaje humana y emocional que nos mueve a todos", explica Pedro Simón.

La historia gira en torno a tres hermanos de unos 50 años que llegan a ese "alfeizar de la vida en que tienes que cuidar a tu padre octogenario, viudo, que va mermando", precisa el autor, y la novela se mueve ahí: "¿Qué hacemos cuando llega ese momento? Ese momento en la vida que comienza cuando le limpias el culo a tu hijo, y acaba cuando le limpias el culo a tu padre... Cuando buscas una guardería para tu hijo, y terminas buscando residencia para tu padre...". Afirma el autor que estos momentos son "la vida misma", y que al leerlos en la novela nos interpelan.

Pedro Simón analiza el paso del tiempo y la vejez que se trata en el libro con una profunda reflexión: "El anciano, el mayor, el viejo... Es algo que nos asusta y nos incomoda porque es el spoiler de lo que seremos. Un espejo que cada vez te lo van poniendo más cerca y que nos aterra. Por eso empezamos a cuidar, porque estamos anticipando el cuidado que vamos a querer nosotros. El paso del tiempo es como una especie de dentista que te va arrancando todas las piezas, que te hace a veces sangrar, que te pone nervioso en una sala de espera... El paso del tiempo es ese tipo que pregunta quién es el siguiente".

Personajes con los que identificarse

La novela no sólo habla de las dificultades que viven los hijos para cuidar de sus padres, sino de todo aquello que los ancianos pueden llegar a sentir en esta situación. Una de las frases más tremendas del libro resume muy bien este sentimiento: "Yo siempre me quise morir antes de que mis hijos lo desearan". Pedro Simón asegura que "ellos se dan cuenta de que estorban. Debe ser duro ver cómo pierden la paciencia contigo, que te tratan como un niño, que fruncen el ceño...".

En la novela se van intercalando las voces de los tres hermanos, siendo fundamental el papel de Carmen, la única capaz de limpiarle el culo a su padre. Carmen refleja esa figura femenina cuidadora que Pedro Simón incluye en el libro con argumentos sólidos: "9 de cada 10 cuidadoras de familiares en España son mujeres". El propio personaje afirma que, de los tres hermanos, ella era la que más papeletas iba a tener "por vivir cerca, trabajar con ancianos, y ser mujer". Ella, a pesar de trabajar cuidando a ancianos, nunca se acostumbra del todo a hacerlo con su padre. Se siente culpable si no está en casa, culpable si el hermano no le ha dado las medicinas, culpable si piensa en internarlo en una residencia... Carmen es el retrato de muchas personas.

En el libro Pedro Simón escribe: "El hijo que trata a su padre como un niño, el que lo mira desde arriba, el que lo da por amortizado, el que le recuerda su mierda... Ese es un hijo de la grandísima puta sin corazón". El autor considera que "cuando llegue el momento de dar tu tiempo a tus padres, ahí habrá un retrato que te califique para siempre. Sabrás si has sido un hijo de puta o si has devuelto parte de lo que te han dado".