Estrés, ansiedad e insomnio: cómo la gentrificación y la turistificación afectan a la salud pública

Cádiz

La transformación de un barrio para atraer a nuevos vecinos de clase media alta o para acoger a turistas, es decir, la gentrificación y la turistificación no sólo provocan molestias a los residentes originales por el ruido, la suciedad o la masificación, también perjudican su salud, en especial su salud mental. Es uno de los asuntos que han abordado epidemiólogos españoles y portugueses reunidos en Cádiz para su congreso anual.

"Tiendas para compras de comestibles o bienes de primera mano se convierten en tiendas para ventas de souvenirs o de acceso a comida rápida, con lo cual también hay una reducción de la capacidad de una alimentación saludable; el aumento del nivel de ruido se relaciona con pérdida de sueño, con estrés, con trastornos de ansiedad. Y podríamos seguir citando distintos mecanismos por los que la gentrificación, en este caso, la gentrificación turística está teniendo impacto claramente sobre la salud de las personas", explica Juan Antonio Córdoba Doña, experto en Salud Pública, y uno de los ponentes de la mesa que ha abordado este asunto.

El ejemplo del Barrio Gótico de Barcelona

La masificación de los espacios públicos, la contaminación acústica o la pérdida de identidad son algunas de las consecuencias, a distintos niveles, de la gentrificación y la turistificación que están experimentando barrios de muchas ciudades españolas. Estos cambios generan, a su vez, sentimientos de tristeza, estrés y problemas de sueño para los vecinos de esas zonas que ven cómo está cambiando su entorno, en muchos casos, sin tener en cuenta sus necesidades. Otra de las ponentes, Esther Sánchez Ledesma, es la autora de un estudio cualitativo sobre la percepción de la gentrificación turística y la salud que se llevó a cabo en el Barrio Gótico de Barcelona entre 2018 y 2019.

Los resultados muestran las consecuencias de la gentrificación en distintos ámbitos. Los vecinos de este barrio catalán experimentaron, según este estudio, la pérdida o el deterioro de sus redes y contactos de apoyo, así como de espacios de encuentro vecinal. También señalaron la desaparición de los comercios locales y de proximidad en favor de otros orientados al turismo que no satisfacen las necesidades de los vecinos. Esto conduce, concluye Sánchez Ledesma, a una pérdida de identidad de quienes tradicionalmente han habitado estas zonas, que puede dar lugar a sentimientos de tristeza, rabia, soledad, estrés e incluso alienación.

"Más vivienda social y límites al turismo"

Otra consecuencia probada de la turistificación y la gentrificación es el aumento del precio de la vivienda, de forma que las segundas generaciones de familias de la zona no pueden permitirse un alquiler en sus propios barrios. En este sentido, Andrés Rabadán, presidente del comité organizador del congreso de epidemiología que se celebra estos días en Cádiz, ha reclamado a las administraciones que tomen medidas, "más vivienda social y limitar el número de plazas turísticas", para evitar los problemas de salud derivados de estos procesos.