Bulos educativos
Joaquín Estefanía reflexiona sobre el auge y el peligro de la desinformación
Punto y 25 | Bulos educativos
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Madrid
Esta semana los chavales han comenzado las clases.
Con este motivo hemos escuchado de nuevo bulos y viejas medias verdades que forman parte de la batalla cultural, y que influyen en la visión de los alumnos, las familias, los docentes e incluso en quienes diseñan las políticas educativas. Muchas veces se utilizan para preservar intereses y privilegios económicos, religiosos y partidistas.
Es lo que un maestro y un sociólogo han denominado recientemente “Educafakes” en un libro del mismo título.
Quizá el más perjudicial de estos bulos sea el de la educación y la igualdad de oportunidades, la meritocracia y la cultura del esfuerzo. Lamentablemente, en esta España del siglo XXI la clase social y el código postal donde se vive predeterminan más el éxito profesional y social que el esfuerzo y la capacidad de los ciudadanos. Un alumno cuya madre no haya ido a la Universidad tiene 12 veces más posibilidades de abandonar de modo prematuro los estudios.
Y sin embargo, la educación es habitualmente la mejor vía social para los niños de hogares pobres y para activar el ascensor social. A medida que se alcanzan mayores niveles de estudio se obtienen mejores trabajos con mayores sueldos.
No se crean la “fake” del garaje de Silicon Valley, que tanto nos han vendido los dueños de algunas grandes tecnológicas. Es excepcional.
Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...