Sociedad

La prensa británica recomienda a sus ciudadanos que no visiten esta zona de España, sino que se queden para siempre

"Es una región para quedarse", escribe una de las lectoras de 'The Guardian'

Vista de una calle del centro de Oviedo / J.L.Cereijido (EFE)

Los ingleses que llegan a España suelen decantarse por las islas Canarias, Baleares, las playas de Alicante, la Costa Brava o la Costa del Sol. Sin embargo, cada vez más los turistas que llegan a nuestro país buscan nuevas zonas menos masificadas. Por ello, no es de extrañar que en el artículo en el que de forma periódica el medio británico The Guardian pide a sus lectores opiniones de viajes, aparezcan diversas zonas de España.

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En esta ocasión, el medio con sede en Londres, le pedía a sus lectores que hablasen de los destinos para unas vacaciones relajadas. Dentro de la enumeración, aparecen experiencias tan variadas como un crucero por el río Ródano en el entorno de la Provenza francesa. También en barco, los británicos recomiendan hacer una ruta por Northumberland, uno de los condados del norte de Inglaterra. Navegando también se ve la segunda recomendación de esta lista: ver un atardecer en ferry desde Estambul, en Turquía.

Para los apasionados de los viajes en tren, los británicos recomiendan otras alternativas vacacionales. Un recorrido por todo el norte de la italiana isla de Sicilia. Desde la Estación Central de Palermo se puede llegar a Cefalú y de ahí, viajar hasta Messina, la ciudad que está unida a la Italia peninsular mediante un estrecho. También mediante transporte ferroviario se puede viajar por los Alpes que separan Suiza de Italia. El Bernina Express va desde Chur hasta Tirano y, gracias a sus ventanas panorámicas, permite ver los verdes Alpes (en el caso de que se viaje en verano) o la cordillera nevada, si se hace turismo en los meses de invierno.

La recomendación española llega también a través de las vías de tren. La lectora Cathy Robinson habla de su experiencia en el norte de España. "Las estaciones de tren desiertas marcaron mi viaje", comienza a relatar, señalando que se trata del "secreto bien guardado" de esta zona del país. Puesto que le resultó complicado adquirir billetes de tren con antelación, la lectora británica se dejó llevar por las recomendaciones que encontraba en las taquillas de las estaciones de tren. Así, viajó por toda Asturias: desde Oviedo hasta Ribadesella, de donde destaca "sus impresionantes playas, paseos costeros y paradas de cerveza junto a la playa". Otra de las recomendaciones de su ruta es Cudillero, sin duda, uno de los pueblos más fotografiados del Principado. De él, Robinson cuenta que "las casas se amontonan alrededor del puerto, bañadas por los aromas mezclados de cenas de pescado y sidra de manzana". Una descripción que alegra los sentidos y que culmina con un "Asturias es una región para quedarse y este viaje en tren nos permitió hacerlo".