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Ocio y cultura

María Pagés: "Yo milito por el flamenco y por la danza. La danza necesita acciones para darle un lugar más justo"

Aimar Bretos entrevista a la bailaora María Pagés

Las entrevistas de Aimar | María Pagés

Madrid

María Pagés niega que lo suyo sea falsa modestia. Le cuesta verse a sí misma como una de las grandes, porque se percibe como una militante, como una militante del flamenco y la danza. A sus 61 años, su meta es "intentar dejar un legado para la danza", porque está convencida de que es una disciplina artística que necesita "continuas acciones que la pongan en un lugar más justo". Sigue en contacto constante con los nuevos talentos y le preocupa VER la misma precariedad que cuando ella empezaba. Esa indignación le sirve como motor para seguir buscando "una profesión más reconocida socialmente e institucionalmente".

Las entrevistas de Aimar | María Pagés

"No hay un teatro dedicado a la danza. Eso es muy triste", lamenta María Pagés, que ahora es la directora artística de lo que será la nueva nave dedicada a la danza en Matadero en Madrid. Para la bailaora esta situación es especialmente sangrante porque "la danza en España es de una riqueza brutal" y nuestro país solo "da talentos al mundo". Su lista es larga y la encabezan bailares como Tamara Rojo, Ángel Corella o Goyo Montero. Todos ellos trabajan en el extranjero.

La búsqueda del talento y la complicidad

Pagés, que define el talento como "un gran arte", reivindica el trabajo que hay detrás de un espectáculo: "Las artes no solo son cuestión de salir al escenario y ya pasa cualquier cosa por arte de magia". Ella todavía se emociona en el escenario y cree que ése es el secreto para seguir en activo todavía, para subirse al escenario donde nota "la tensión, el silencio y la concentración" del público. Con 34 años puso en pise su propia compañía. Desde entonces, busca "talento y complicidad" en las personas que trabajan con ella.

Después de tantos años en el escenario, reconoce que va descubriendo su propia transformación física. Ese proceso no supone una preocupación para la bailaora. Al contrario, es un proceso interesante para ella porque aprende que el arte no tiene edad y que hay que adaptar el trabajo como intérprete a las propias transformaciones físicas. Recuerda con asombro el día que se le quedó dormido un pie en una actuación, porque ese día descubrió "la solidaridad que hay dentro del cuerpo". "El nervio se escacharró, pero el resto de nervios ayudaron para que ese pie se moviera", explica.

¿Todos bailamos bien?

Cuando repasa su trayectoria, reconoce que se pasa la vida "provocando para que la gente baile" y, quizás por eso, es especialmente generosa cuando tiene que juzgar cómo bailamos los demás. "Yo he visto a la gente bailar muy bien, sin tener conocimiento de técnicas de baile, porque bailar es innato y espontáneo. Eso lo ves en los niños. Creo que si uno baila y se lo está pasando bien, entonces lo está haciendo bien", concluye Pagés.,

Marisol Rojas

Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando...