Al menos cuatro muertos y miles de afectados por las peores lluvias en décadas en Europa Central
Se espera que continúen las precipitaciones en los próximos días y que se extiendan por otros países de la zona que ya están tomando medidas de precaución
Madrid
Las predicciones meteorológicas en Europa Central anticipaban que, este, iba a ser un fin de semana difícil. Se esperaba que el ciclón Boris golpease el centro del continente dejando lluvias torrenciales con "consecuencias torrenciales". Los meteorólogos hablaban incluso de que las inundaciones podrían batir todos los récords históricos y dejar efectos similares a las de 1997, cuando más de 100 personas fallecieron. Y las predicciones se han cumplido. Las lluvias torrenciales han llegado a los países centroeuropeos este sábado y ya han dejado al menos cuatro muertos en Rumanía y miles de afectados.
En Rumanía, los servicios de emergencia han informado de que cuatro personas han muerto y que se han visto obligados a rescatar a al menos 95 ciudadanos más, afectados por las graves inundaciones que se han producido. Los cuatro cadáveres se han rescatado en localidades del este del país, pero desde el Departamento de Situaciones de Emergencias no han especificado el motivo del fallecimiento. En territorio rumano, más de 19 localidades se están viendo severamente afectadas por las extremas precipitaciones, que han alcanzado los 160 litros/m2, y por los fuertes vientos que están derribando árboles y dañando vehículos, causando el colapso de las vías y carreteras del país.
Los países europeos se preparan para las fuertes lluvias
Mientras tanto, otros países del Centro de Europa como Polonia, Hungría, Eslovaquia, República Checa, Austria y Alemania se preparan para las predicciones que vaticinan lluvias torrenciales y peligrosas a lo largo de este fin de semana. Las autoridades de estos países ya habían comenzado a tomar medidas de precaución hace unos días y están reforzando sus esfuerzos para tratar de reducir al máximo los efectos del ciclón. En la República Checa, los servicios de emergencias han instalado barreras de metal y sacos de tierra, además de haber abierto las presas para evitar el desborde de los embalses. Además, se espera que el río Moldava pueda desbordarse a niveles peligrosos, similares como los que se sufrieron hace varias décadas que dejaron consecuencia devastadoras en la capital checa.
Por su parte, las autoridades austriacas han ido un paso más allá. Han tomado precauciones similares con el objetivo de reducir las inundaciones y han sacado a las calles al ejército para que actúen en los casos más urgentes. Además, en la zonas alpinas de montaña se ha advertido que se pueden acumular grandes cantidades de nieve. De hecho, desde el pasado viernes algunas líneas ferroviarias permanecen cortadas.
Polonia es otro de los países donde ya se han comenzado a notar las consecuencias del paso del ciclón. Allí, el nivel de agua de los ríos en las regiones del suroeste han excedido los niveles de alarma, después de superar los 100 cm, y han obligado a evacuar de urgencia a miles de residentes.