El abuso de analgésicos como Paracetamol o Ibuprofeno está detrás del 12% de los ingresos hospitalarios

Madrid

El 12% de los ingresos hospitalarios son consecuencia de los efectos secundarios del consumo frecuente de analgésicos tan habituales como el paracetamol, o el ibuprofeno. Analgésicos que casi todos tenemos en el botiquín de casa, en el cajón del trabajo o llevamos en el bolso.

Hay un consumo "excesivo y abusivo" de analgésicos y "la gente olvida que no son inocuos". Quitarán el dolor, pero "su consumo tiene consecuencias y complicaciones". Así de tajante se muestra la doctora Carmen Suárez, jefa del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario de la Princesa de Madrid.

El consumo crónico a dosis altas de paracetamol, puede ser causa de un fallo renal porque provoca vasoconstricción, y llega menos sangre a los riñones. En el caso de los antiinflamatorios como el ibuprofeno, además de complicaciones digestivas "son causa de crisis hipertensivas, de fracaso renal agudo y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, descompensar una insuficiencia cardiaca y tener un infarto". La doctora Suárez es también responsable de la Unidad de Hipertensión Arterial y Riesgo Vascular de La Princesa.

"En el caso de los antiinflamatorios es bastante evidente", añade el doctor Pablo Miranda, especialista en aparato digestivo del mismo hospital. "Cuando el paciente consulta por una hemorragia digestiva, una de las primeras cosas que preguntamos es si los está tomando". "Son una de las principales causas de hemorragia digestiva por úlcera, o úlcera complicada en pacientes que pueden llegar a la urgencia en estado grave".

"Un paracetamol para empezar el día"

Paracetamol e ibuprofeno son analgésicos que encontramos en los botiquines de casa, en el cajón del trabajo, o se buscan en el fondo de un bolso, aunque no lo haya recetado un médico. En las farmacias reconocen que es muy habitual que las "personas que se toman, uno, dos o incluso tres comprimidos de un gramo de paracetamol a veces simplemente porque dicen que se sienten mejor, o que es una forma de seguir el día, aunque insistamos en que no deberían hacerlo" cuentan en una farmacia próxima a este hospital.

En el caso del ibuprofeno se requiere receta para el de 600 mg, pero el de 400 es de venta libre, con lo que "muchas veces nos dicen que se toman dos de 400, cuando eso es una burrada, pero parece que no entienden que lo decimos por su salud".

La doctora Suárez repite el porcentaje, un 12% de los ingresos hospitalarios son consecuencia de los efectos secundarios del consumo frecuente de analgésicos. No son fármacos inocuos y por eso "hay que tomarlos cuando hay que tomarlos y en las dosis adecuadas". Teniendo en cuenta, además, que "el antiinflamatorio no es el mismo para una persona que ha tenido enfermedad cardiovascular, que para alguien que no la ha tenido".

Automedicación de alto riesgo

Daño real o cardiovascular que se dan en consumos prolongados, personas que durante más de un año, se toman un paracetamol diario o un antiinflamatorio y eso, señala, "no es algo infrecuente". En el caso del Nolotil, se trata de un fármaco de rescate, no de primera línea, y el efecto secundario en este caso es fundamentalmente en médula ósea y baja las defensas.

"Alguien me dijo que me tomase un paracetamol por la mañana", es una respuesta frecuente en las urgencias según cuentan, cuando el facultativo pregunta, qué medicación está tomando. Por eso consideran importante, remarca el doctor Miranda, cuando se toma cualquier fármaco de forma prolongada, revisar las indicaciones y los motivos que han llevado a su prescripción.

"Una cosa es que el médico te diga que te tomes un paracetamol al día porque te duele la rodilla, y otra que mantengas esa medicación en el tiempo sin motivo". De ahí está el "paracetamol, si precisa". Los analgésicos son fármacos que tienen efectos secundarios, "ni es agua, ni es una valeriana" concluyen.