El astillero que construyó el Titanic se va a pique
Harland and Wolff no obtiene financiación para mantener toda su actividad y se queda en manos de un grupo especializado en procesos de insolvencia más de un siglo después de su fundación
Los astilleros de Belfast siguen alejándose cada vez más de sus tiempos de gloria que les llevaron a ser el lugar de fabricación por ejemplo del Titanic. La empresa encargada del astillero donde se construyó el mítico buque que se hundió en 1912 ha confirmado este lunes que no tiene capacidad financiera para seguir adelante, se declara insolvente y va a liquidar sus negocios no estratégicos. Ahora quedará en manos de Teneo, un grupo especializado en procedimientos de insolvencia a la espera de que haya potenciales compradores.
Harland and Wolff fue fundada en 1861 y además del Titanic fue la constructora de decenas de barcos de guerra durante las dos Guerras Mundiales. Durante aquellos años fueron también los encargados de la reparación de miles de barcos antes de iniciar un lento, pero progresivo, declive desde los años 60.
La empresa cuenta además con otros astilleros en Inglaterra y Escocia, aunque recientemente ha sufrido algún revés de cara a proyectos futuros. Sin ir más lejos, el gobierno de Malvinas ha dado marcha atrás a un proyecto para construir un nuevo puerto de grandes dimensiones que iba a encomendar a esta compañía.
Sobre la empresa se ciñe ahora la incertidumbre acerca del futuro de los empleados, alrededor de 1500, y de la inversión de sus accionistas. La compañía ha mostrado su esperanza en que distintas ramas de su negocio sean compradas por contratistas de Defensa. De momento, el sindicato mayoritario en la empresa ha expresado su deseo de que el astillero pueda ser reflotado por una empresa especializada en la construcción de buques que garantice el empleo a largo plazo y no por alguna compañía que busque sólo rendimientos puntuales.
Dejar estos astilleros a merced del mercado es un error y el Gobierno debe sostenerlos
— Comunicado del sindicato GMB
En un comunicado, el sindicato GMB ha lamentado que "familias enteras tienen que hacer frente a un cambio radical en sus vidas debido al caos derivado de los fallos crónicos en la dirección de la empresa y en la estrategia industrial".
La empresa ha intentado que el gobierno británico concediera un préstamo de más de 200 millones de euros para sostener su actividad, pero el ejecutivo británico lo ha rechazado ante el riesgo de que ese sostén sea demasiado caro para los contribuyentes. Aún así, la dirección sostiene que una vez que haya nuevos propietarios, los astilleros mantienen capacidad suficiente para cumplir con los contratos pendientes.
Y entre esos contratos hay uno que tiene relación directa con la participación de una empresa española. Los medios británicos especulan con la posibilidad de que la española Navantia pudiera ser una de las interesadas, ya que firmó de hecho un acuerdo el pasado año con Harland and Wolff para la construcción de varios barcos de la Armada británica.
Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó a la Cadena SER en 2005 y desde entonces ha formado...