Las lluvias torrenciales dejan varios muertos en Europa Central y provocan crecidas históricas del Danubio o el Elba

La tormenta Boris azota este lunes por cuarto día consecutivo el centro y este de Europa donde está causando grandes estragos. El número de fallecidos por las inundaciones se eleva ya a quince: seis han fallecido en Rumanía, tres en Austria, otros cinco en Polonia y una última víctima en la República Checa. La cifra irá creciendo con toda probabilidad porque hay varios desaparecidos en distintos países.

El agua ha obligado a evacuar a miles de personas y en algunas zonas se están registrando las peores inundaciones en tres décadas, es lo que está pasando en puntos de la República Checa y Polonia, por lo que las autoridades se preparan además para crecidas históricas de distintos ríos, incluyendo el Danubio a su paso por Bratislava y Budapest. En este último caso, se espera que el río pueda rozar los 9 metros de altura. Hasta 6 metros puede registrar el Elba a su paso por Dresde, en Alemania.

Más de 250.000 casas han sufrido cortes de electricidad por el paso de Boris y también se han venido abajo puentes en distintos países. Las zonas rurales son las más afectadas, hasta 35 aldeas han quedado bajo el agua en Rumanía, aunque también hay problemas importantes en el tráfico de grandes ciudades y en las redes de metro, como es el caso de Viena.

El gobierno de Polonia celebra este lunes una reunión extraordinaria para analizar el impacto de las inundaciones y el primer ministro Donald Tusk ha anticipado que de este encuentro saldrá la calificación de "situación catastrófica" y se pedirá ayuda a la Unión Europea.

Esa declaración por parte del gobierno polaco habilitará a las autoridades a realizar evacuaciones forzosas, prohibir permanecer en determinados lugares o instalaciones e incluso restricciones concretas de movimiento durante un máximo de 30 días. En este país se sigue con especial atención el avance de la crecida del agua en dirección a Wroclaw, a orillas del río Oder, donde viven más de 600.000 personas.

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En la República Checa, el agua ha arrasado la ciudad de Litovel, de 10.000 habitantes, que está totalmente cerrada, incluidos colegios, hospitales y hasta la radio local. El 80% del municipio está inundado por la crecida del río Morava. En este país, el gobierno nacional ha informado de la ruptura de un dique en la localidad de Ostrava y del seguimiento de la crecida mediante drones.

Las autoridades austriacas reconocen por su parte una situación tensa en todo el país y temen la rotura de alguna presa por el volumen de agua que están teniendo que soportar. La primera ministra del estado de Baja Austria, Johanna Mikl-Leitner, ha alertado de que la situación es "crítica y dramática" en ese territorio del país donde 800 personas han tenido que ser evacuadas de sus casas en helicóptero.

La Comisión, a la espera

Los portavoces de la Comisión Europea han confirmado a mediodía de este lunes que todavía no se ha pedido la activación de ningún programa de ayuda específico ante catástrofes, aunque Bruselas ha mostrado su predisposición a ponerlo en marcha en cuanto sea necesario. Han recordado en la rueda de prensa diaria que un país tiene hasta 12 semanas después de que ocurra una catástrofe natural para solicitarlo.

Sí se ha puesto en marcha la vigilancia desde la red de satélites Copernicus, que están ayudando a Alemania, Hungría, Polonia, Eslovaquia y Rumanía a hacer un seguimiento de las crecidas de los ríos. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha escrito en X que la institución está preparada para desplegar la ayuda que pueda ser necesaria en estos países.

El impacto de Boris ha llegado también a Hungría y, de hecho, el presidente de turno del Consejo Europeo, que es el húngaro Viktor Orbán, ha cancelado su intervención del miércoles en el Parlamento Europeo. Orbán debía presentar en ese momento las prioridades de la presidencia húngara.