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Ciencia y tecnología

Científicos realizan el primer mapa de los cambios en el cerebro que experimenta una mujer embarazada

Una nueva investigación detecta los cambios neuroanatómicos de una mujer embarazada sana de 38 años

Escáner cerebral en una clínica neurológica. Archivo. / Andrew Brookes

Escáner cerebral en una clínica neurológica. Archivo.

Madrid

Por primera vez, un equipo de científicos de la Universidad de California ha demostrado, según publica Nature Neuroscience, que algunas regiones del cerebro de las mujeres pueden reducir su tamaño durante el embarazo. En concreto, se ha detectado una disminución de la materia gris en la parte exterior y un aumento de la materia blanca. Sin embargo, a cambio, tienen una mejor conectividad.

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Además, solo unas pocas regiones del cerebro humano permanecen intactas tras la transición a la maternidad. Estos nuevos descubrimientos se han realizado tras la realización de una serie de escáneres cerebrales de una madre y forman el primer mapa completo de los cambios neuroanatómicos antes, durante y después del embarazo humano.

Casi el 85% de las mujeres se quedan embarazadas, al menos, una vez durante su vida, y, en todo el mundo, 140 millones de mujeres se quedan embarazadas cada año. Los científicos ya sabían que el embarazo provoca cambios fisiológicos en el cuerpo, pero, hasta ahora, no se habían demostrado con imágenes los cambios neuronales correspondientes.

Prueba clínica

Laura Pritschet y su equipo de la Universidad de California han analizado los cambios cerebrales provocados por el embarazo de una mujer sana de 38 años. En total, estos investigadores realizaron 26 exploraciones de resonancia magnética y evaluaciones de sangre desde las 3 semanas previas a la concepción (4 exploraciones) hasta los 3 trimestres del embarazo (15 exploraciones) y 2 años después del parto (7 exploraciones), cuando finalizó el período de prueba.

Estas exploraciones se compararon con los cambios cerebrales observados en 8 individuos de control.

Nuevos hallazgos

Estos científicos detectaron disminuciones generalizadas en el volumen y el grosor corticales en la novena semana de embarazo, particularmente en regiones como la red neuronal por defecto, que está asociada con la cognición social.

También observaron aumentos en la microestructura de la materia blanca, el volumen ventricular y el líquido cefalorraquídeo. Estos cambios se asociaron con el aumento de los niveles de las hormonas estradiol y progesterona, y algunos persistieron después del nacimiento.

Cambios más largos

Algunos de estos cambios persistieron a los dos años después del parto, incluida la reducción del volumen y el grosor corticales, mientras que otros regresaron a niveles similares a los de antes de la concepción alrededor de dos meses después del nacimiento.

Aunque se necesitan más investigaciones para investigar los efectos a largo plazo del embarazo en el cerebro y la consistencia de estos cambios cerebrales en una población más amplia, los hallazgos mejoran nuestra comprensión de los cambios neuronales asociados con el embarazo.

El embarazo es un momento de transformación en la vida de una persona, en el que el cuerpo experimenta rápidas adaptaciones fisiológicas para prepararse para la maternidad, eso lo sabemos todos. Lo que sigue siendo un misterio es qué efectos tienen en el cerebro los cambios hormonales radicales que trae consigo el embarazo.

"Queríamos observar la trayectoria de los cambios cerebrales específicamente dentro de la ventana gestacional", explica Laura Pritschet, la autora principal de esta investigación pionera.

Estudios anteriores habían tomado instantáneas del cerebro antes y después del embarazo, dijo, pero nunca habíamos presenciado el cerebro de una embarazada en medio de esta metamorfosis.

Cambios más profundos

Los cambios más pronunciados que encontraron los científicos al tomar imágenes del cerebro del sujeto a lo largo del tiempo fue una disminución del volumen de materia gris cortical, la parte exterior arrugada del cerebro.

El volumen de materia gris disminuyó a medida que aumentaba la producción de hormonas durante el embarazo.

Sin embargo, una disminución del volumen de materia gris no es necesariamente algo malo, enfatizaron los científicos. Este cambio podría indicar un "ajuste fino" de los circuitos cerebrales, no muy diferente de lo que les sucede a todos los adultos jóvenes cuando pasan por la pubertad y sus cerebros se vuelven más especializados. El embarazo probablemente refleja otro período de refinamiento cortical.

Menos obvio, pero igualmente significativo, los investigadores encontraron aumentos prominentes en la materia blanca, ubicada más profundamente en el cerebro y generalmente responsable de facilitar la comunicación entre las regiones cerebrales.

Efectos temporales

Si bien la disminución de la materia gris persistió mucho después del parto, el aumento de la materia blanca fue transitorio, alcanzando su punto máximo en el segundo trimestre y volviendo a los niveles previos al embarazo alrededor del momento del parto.

Este tipo de efecto nunca se había capturado anteriormente con exploraciones de antes y después, según los investigadores, lo que permite una mejor estimación de cuán dinámico puede ser el cerebro en un período de tiempo relativamente corto.

"El cerebro materno experimenta un cambio coreografiado a lo largo de la gestación, y finalmente podemos ver cómo se desarrolla", subraya Jacobs.

Estos cambios sugieren que el cerebro adulto es capaz de atravesar un período prolongado de neuroplasticidad, cambios cerebrales que pueden favorecer las adaptaciones conductuales vinculadas a la crianza.

Con estos nuevos hallazgos, la doctora Pritschet espera "disipar el dogma" en torno a la fragilidad de las mujeres durante el embarazo.

Depresión postparto

El conjunto de datos de acceso abierto también sirve como punto de partida para futuros estudios sobre el riesgo de una mujer de sufrir depresión posparto, una afección neurológica que afecta aproximadamente a una de cada cinco mujeres.

"Ahora existen tratamientos aprobados para la depresión posparto"- añade Pritschet-, "pero la detección temprana sigue siendo difícil de alcanzar. Cuanto más aprendamos sobre el cerebro materno, más posibilidades tendremos de dar alivio".

Y eso es precisamente lo que los autores se han propuesto hacer. Este equipo está aprovechando estos primeros descubrimientos a través del Proyecto Cerebro Materno y están inscribiendo a más mujeres a través de una colaboración internacional con investigadores en España.

Javier Gregori

Javier Gregori

Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...

 
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