La historia de por qué Lamine Yamal se llama así: "Sus padres no pudieron pagar el alquiler y se lo prometieron..."
Sique Rodríguez explica en 'El Bar' cómo fueron los inicios de los padres de la estrella del FC Barcelona
Desde hace poco más de un año, el nombre de Lamine Yamal Nasraoui Ebana aparece cada vez más en nuestro día a día. Y no es para menos. El jovencísimo futbolista de 17 años se ha convertido en la gran estrella del nuevo FC Barcelona y también de la selección española, con la que este verano, justo un día después de su cumpleaños, levantó la Eurocopa. Lamine Yamal es el nombre completo de este deportista del que cada vez conocemos algo más, desde cómo ha sido su vida en Rocafonda (un barrio de Mataró) hasta cómo es su familia. Sin embargo, muy pocos saben de dónde viene este nombre que en árabe significa honesto y belleza. Tal y como ha contado Sique Rodríguez en El Bar, la historia viene de lejos, de cuando sus padres empezaron a salir juntos y eran muy jóvenes.
Los dos, Mounir Nasraoui y Shaila Ebana, empezaron a vivir en la casa de dos personas que se llamaban Lamine y Yamal. "No pudieron pagarles el alquiler porque no tenían dinero y Munir les prometió que si un día tenían un hijo les pondría sus nombres", ha explicado. De esta forma, Munir y Shaila quisieron agradecer a esas personas que les ayudaron en sus inicios.
Lamine Yamal, que pudo jugar con la selección de Marruecos pero finalmente eligió hacerlo con España, tiene su origen en África. Su madre Shaila nació en Guinea Ecuatorial y su padre Mounir es de origen marroquí. Un entorno que ha sido noticia extradeportiva en más de una ocasión, sobre todo por parte del padre. De hecho, como ha mencionado Manolo Romero, colaborador de El Bar de Sique Rodríguez, es uno de los puntos que más preocupaban a muchos. Sin embargo, "su madre está haciendo una labor brutal" ya que está siendo la que está dirigiendo la carrera deportiva del joven futbolista.
Su madurez se demuestra en cada partido y en cada declaración que da a los medios de comunicación. Una situación que también destacó Bojan Krkic Sr., padre de Bojan, quien sigue de cerca y se preocupa mucho de la evolución del propio Lamine Yamal. "Mi hijo ha vivido esto en sus carnes y sabe que cuando acaba el partido hay que volver a la vida de chico normal de 17 años", explicó. Lo cierto es que el delantero de 17 años, que a día de hoy es uno de los hombres más en forma y que más están impresionando en el planeta fútbol, "no se le ve crecido" y trabaja como uno más en la plantilla de Hansi Flick.
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El crack del Barça ha pasado de jugar en la calle a estar entre los 30 nominados al Balón de Oro en pocos años. Es de hecho, en esas calles de Rocafonda donde está la clave de su fútbol. "Al final siempre jugaba con amigos míos y los equipos rivales tenían 20 años y yo tenía 11 o 12. Entonces eso me quitó mucho el miedo y me hizo poder disfrutar y jugar contra cualquiera. Todo esto te hace crecer aunque tú creas que no te ayuda. Siempre te ayuda porque cuando ves a uno más grande que tú y sabes cómo ir a por él o regatearle para que no te pueda dar", explicó en una entrevista reciente en France Football. La magia la lleva dentro, mientras que La Masía ha hecho el resto. "Cuando vine de La Torreta sí que es verdad que tenía ese uno contra uno, esa verticalidad y todo, pero no tenía el control de mí mismo. Saber cuándo jugar rápido o cuándo jugar lento, poder jugar en equipo... todas esas cosas que al final lo haces en el Barça, que es el club que más sabe utilizar a los jugadores para eso", subrayó.
Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER y forma parte del programa de música indie 'Fuego y Chinchetas'....