El nuevo formato de la Champions ya ha dado el pistoletazo de salida. El Juventus - PSV y el Young Boys - Aston Villa han sido los dos primeros partidos con los que ha comenzado esta novedosa máxima competición europea. En el segundo de estos encuentros se ha vivido una imagen de lo más surrealista: justo después del tanto de Tielemans con el que se inauguró el marcador para los pupilos de Unai Emery, llegó el 0-2 de Ramsey de la manera más surrealista y extraña. La zaga del equipo suizo no acertó a despejar un balón que había quedado suelto en el corazón del área. Camara cedió el esférico hacia su portero, pero no fue lo suficientemente fuerte. Watkins se adelantó y, con todo de cara, recibió una falta del portero del Young Boys cuando le iba a regatear. El esférico volvió a quedar muerto y ahí Ramsey no falló a puerta vacía, haciendo el segundo gol para el equipo inglés. Una jugada de lo más surrealista y más en la máxima competición del fútbol europeo. Ya con todo de cara antes del descanso, el equipo de Unai Emery contemporizó con la pelota y no sufrió ante un Young Boys que ni siquiera marcó ningún gol a favor. A falta de cuatro minutos para el final del tiempo reglamentario llegó el 0-3 con que el que Onana cerró el electrónico. Un gran control orientado suyo le dejó el balón de cara para meter un gran gol ajustado al palo y cerrar así el partido. Nunca jamás jugó la Liga de Campeones el Aston Villa, cuyo último recuerdo de la máxima competición corresponde a la antigua Copa de Europa, de la que saltan ahora a la nueva Champions con el conjunto inglés como uno de los ilustres campeones en 1982. Hoy dirigido por Unai Emery, el bloque de Birmingham, visitó este martes al Young Boys suizo, es uno de los 23 clubes que han conquistado la cima europea a lo largo de la historia. Una carta de presentación para su retorno a la élite, fuera del torneo desde 1983, cuando fue eliminado en los cuartos de final por el Juventus con un 3-1.