"Tenía un instinto innato para ver el cielo": descubren que Van Gogh pintó 'La noche estrellada' cumpliendo varias leyes de la física
En un artículo publicado en la revista 'Physics of Fluids', los investigadores analizaron una imagen de altísima resolución de la obra para descubrir lo que llaman "la turbulencia oculta en la representación del cielo del pintor"
Madrid
La pintura de Vincent van Gogh La noche estrellada es, probablemente, una de las imágenes más famosas del mundo. El cielo azul, la luna y las estrellas amarillas, los reflejos en el agua... Una llamativa explosión de colores y formas onduladas que ha desatado miles de teorías sobre cómo y en qué condiciones la dibujó. A muchos, entendidos o no en pintura, les llama la atención de la imagen el conjunto de "remolinos" o giros que el pintor dibujó. Son catorce y crean una ilusión de movimiento del cielo muy convincente.
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Precisamente estos remolinos le llamaron la atención a un equipo de científicos atmosféricos del Instituto Americano de Física. Y esa curiosidad les llevó a preguntarse si tenían algún sentido con la física de los cielos reales. La respuesta es un asombroso sí. En un artículo publicado esta semana en la revista Physics of Fluids, estos investigadores, especializados en ciencias marinas y dinámica de fluidos, analizaron una imagen de altísima resolución de la pintura de Van Gogh para descubrir lo que llaman "la turbulencia oculta en la representación del cielo del pintor".
Uno de los autores, el chino Yongxiang Huang, lo explica: "Con una imagen digital de alta resolución, pudimos medir con precisión el tamaño típico de las pinceladas y compararlas con las escalas esperadas de las teorías de la turbulencia en los cielos". Examinaron las 14 formas giratorias principales de la pintura. Midieron su forma, su escala, el radio de sus giros, y las cruzaron con las características atmosféricas que tiene nuestra atmósfera. Además, utilizaron el brillo relativo, o luminancia, de los diferentes colores de pintura, como equivalente o indicador de energía cinética, la que indica el movimiento.
Lo que querían averiguar es si estos trazos se alineaban, por ejemplo, con la llamada "teoría de la energía en cascada" que describe la transferencia de energía cinética de flujos turbulentos a gran escala a pequeña escala en la atmósfera. La respuesta es que sí. También descubrieron que la imagen se alinea con la ley de Kolmogorov, que predice el movimiento atmosférico y su escala de acuerdo con la energía inercial medida.
Por último, al profundizar en los trazos de pintura, los investigadores descubrieron una alineación con la "escala de Batchelor", que describe las leyes de energía en la turbulencia escalar pasiva a pequeña escala que sigue al movimiento atmosférico.
¿Cómo pudo hacerlo?
El resultado de este análisis es que el cuadro "revela una comprensión profunda e intuitiva de los fenómenos naturales", dijo Huang. El pintor hizo una representación absolutamente precisa de la turbulencia.
La única explicación, dicen, es que este conocimiento "podría provenir del estudio del movimiento de las nubes y la atmósfera". La otra explicación es que Van Gogh tenía "un sentido innato de cómo capturar el dinamismo del cielo".
Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación...