De Mbappé a Vinicius, para acabar en Bellingham: la imagen que demuestra el respeto entre las estrellas del Madrid
El partido ante el Stuttgart nos dejó una secuencia que deja patente el consenso entre las figuras madridistas
Vinicius Junior, Kylian Mbappé y Jude Bellingham / JUANJO MARTIN (EFE)
El Real Madrid ganó al Stuttgart en su debut en la Champions League de la presente temporada, estrenando así el nuevo formato instaurado en la primera fase, sumando sus primeros tres puntos y comenzando con buen pie el reto de revalidar el título que se llevó el curso pasado. El sueño de la decimosexta arrancó este martes, aunque no fue para nada un paseo militar, todo lo contrario, surgieron muchas dudas durante todo el encuentro e incluso vieron cómo se complicaba la contienda tras el empate de Deniz Undav rozando el minuto 70, pero como casi siempre, consiguieron darle la vuelta a la tortilla para llevarse el triunfo.
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El duelo fue muy divertido para el espectador neutral, que vio en muchos momentos un ida y vuelta con llegadas de ambos equipos, sobre todo en la primera parte, aunque esta terminó sin goles. Pudo haberlos, pero el acierto de los porteros y la falta de puntería lo evito, además del VAR, que privó al cuadro blanco de tener una opción clarísima desde los once metros. Antonio Rüdiger cayó en el área cuando iba a por una pelota y el colegiado del partido decretó pena máxima, pero lo llamaron por el pinganillo para que fuera a ver la acción al monitor y que la revisara. Eso hizo y anuló el penalti, esfumándose la oportunidad de abrir el marcador, pero hasta que eso ocurrió pasaron unos cuantos minutos.
En ese lapso de tiempo entre que se señaló el penalti hasta que se anuló, sucedió algo que captaron algunas cámaras y las imágenes se hicieron públicas una vez terminó el choque. Fueron una serie de decisiones sobre el césped que dejaron de manifiesto algo primordial para que el Madrid tenga éxito esta temporada en la que se presenta con una plantilla cargada de grandes figuras: el respeto entre sus estrellas. Y es que una vez que se pitó la pena máxima, llegaba el momento de decidir quién la tiraba, y Carlo Ancelotti tiene a varios posibles lanzadores.
Vinicius Júnior, Jude Bellingham, Kylian Mbappe y Rodrygo / NurPhoto
El balón pasó por las manos de varios jugadores
Una vez que se creía que iban a tener otro penalti a favor, llegó el momento de decidir sobre una de las cuestiones que también ha sido debate durante el último mes. La pasada temporada, Vinicius Júnior fue quien los tiraba normalmente (aunque también vimos a otros lanzar, como Joselu, Bellingham o Modric), pero ahora ha llegado todo un especialista como es Kylian Mbappé, que tenía el monopolio desde los once metros en el París Saint-Germain y unos grandes porcentajes de acierto, por lo que la duda surgió a partir de la primera opción.
Desde el comienzo del nuevo curso, el Madrid ha gozado de varios penaltis a favor y la encrucijada se ha ido solucionando de manera salomónica: turnarse y que tiraran alternativamente. Así, tras los dos que tuvieron en LaLiga EA Sports ante la Real Sociedad donde tiró Vinicius primero y Mbappé el segundo, le volvía a tocar al brasileño, pero hemos visto una secuencia que ha sido significativa. El primero en coger la pelota fue Aurelien Tchouaméni, que fue directamente a dársela a su compatriota francés a la vez que preguntaba quién lo iba a tirar.
Kylian no dudó y con un gesto señaló a Vini y le pasó el balón con las manos. Hasta ahí, todo normal dentro del consenso en cuanto a los penaltis, pero ahí entró otro actor en escena. Jude Bellingham volvía tras perderse varias semanas por lesión y tenía ganas de coger sensaciones, por lo que se acercó al 7 madridista y este, que había estado mimando el esférico antes de ejecutar el lanzamiento, decidió cedérselo para que fuera el inglés quien asumiera la responsabilidad y pudiera tener un regreso perfecto.
No tuvo la oportunidad, pero lo cierto es que este gesto entre las tres estrellas denota el respeto que se tienen, algo de suma importancia por la cantidad de egos que conviven en ese vestuario. La pasada temporada, Carlo Ancelotti gestionó de manera brillante esto, pero ahora se ha incorporado una pieza estratosférica en lo que a peso de crack se refiere, aunque ellos tienen también que poner de su parte, algo que parece que tienen muy interiorizado. Si quieren tener éxito tendrán que hacerlo, pero no solo están demostrando que quieren dentro del campo, sino que fuera también, como se pudo ver con el mensaje en redes sociales de Jude a la cuarta pata de esta mesa galáctica, Rodrygo Goes, o las declaraciones de este después del partido, en las que afirmó que "cada día somos mejores y más amigos". De momento, parece que la sintonía es ideal.
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Miguel Muñoz
(Linares, 1992) Periodista, SEO y redactor en la sección de deportes de la Cadena SER. Graduado en Periodismo...
