Hungría pierde 200 millones de euros de los fondos europeos como multa por violar la legislación migratoria europea
Budapest se niega a pagar una multa impuesta por el Tribunal de la Unión Europea y por cada día que se retrase se añadirá un millón más
Madrid
Budapest sigue tensando la cuerda en su pulso con la Unión Europea. Hoy ha perdido 200 millones de euros de los fondos europeos por negarse a pagar la multa impuesta por el Tribunal de la Unión Europea por eliminar, en la práctica, el derecho al asilo. La justicia lo calificó de "una violación sin precedentes y extremadamente seria de la legislación europea" y le impuso una multa que debía haber abonado ayer. Ante la negativa del gobierno de Orbán, la Comisión ha empezado a moverse para cobrar esa cantidad de los fondos europeos. Además, por cada día que retrase las reformas necesarias exigidas por el Tribunal de Justicia, se añadirá 1 millón de euros a la multa.
Un portavoz de la Comisión anunció este miércoles que Bruselas extraerá esa cantidad de los fondos europeos destinados a Hungría. El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, reclama 2.000 millones de euros por el coste de rechazar a los inmigrantes que llegan a sus fronteras. Budapest ha sido multada por hacer imposible la protección internacional a los solicitantes de asilo y encerrarlos en "zonas de tránsito". Las autoridades húngaras también son culpables, según la sentencia, de llevar a inmigrantes a zonas completamente desiertas y empujarles a ir a Serbia.
Este es el último capítulo en una serie de choques entre Budapest y Bruselas que dura ya 10 años. Con motivo de la presidencia húngara de la Unión Europea, Orbán visitó al presidente ruso, Vladimir Putin en Moscú, al presidente chino, Xi Jinping y al candidato republicano, Donald Trump, en Estados Unidos. La gira "por la paz" como fue denominada, no sentó bien en Bruselas. Además, Orbán se desmarcó de las sanciones a ciudadanos rusos y bielorrusos del resto de la Unión. La Comisión Europea se quejó al entender que esto abría una forma de evitar las penalizaciones europeas en el espacio Schengen.
Las relaciones dentro de la OTAN tampoco pasan por su mejor momento. Durante el último año, el ejecutivo de Orbán se ha referido a Estados Unidos como un "adversario" a la vez que alaba a Donald Trump.