Las promesas cotidianas
Estos días se han cumplido tres años desde que los movimientos sísmicos y la emergencia de gases anunciaron que un volcán estaba despertando en La Palma
Las promesas cotidianas
Madrid
Estos días se han cumplido tres años desde que los movimientos sísmicos y la emergencia de gases anunciaron que un volcán estaba despertando en La Palma. Esa erupción duró casi tres meses y arrasó con miles de casas. Sus imágenes ocuparon nuestras vidas.
Miles de personas hubieron de ser evacuadas de sus residencias habituales. Todo tipo de autoridades políticas y administrativas pasaron por allí para solidarizarse con los damnificados, doloridas, por un hecho inesperado y que no tenía que ver con la acción del hombre.
Todavía hoy hay centenares de familias que no han podido volver a sus lugares de origen y permanecen viviendo en contenedores a los que muchos calificaríamos como difíciles para supervivir durante tiempo.
Y sin embargo, según un reportaje de la televisión parece que estas viviendas provisionales van para largo porque no se han construido viviendas de protección oficial para los que allí sobreviven. Algunos de ellos dicen que se sienten olvidados y que nadie hace nada por ellos.
No hay más demoledor que este tipo de promesas cotidianas incumplidas, que manifiestan un enorme alejamiento entre la política y la calle, entre la realidad y las declaraciones. ¿Qué alcalde, concejal, ministro, presidente de comunidad autónoma o presidente de Gobierno se atreverá a pasear entre esos barracones, y tener credibilidad para esas personas?
Y para muchas de las que han visto en reportaje de televisión.
Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS'...