Hora 25Hora 25
Actualidad

Patricia Fernández de Lis: "Respiramos microplásticos, los bebemos y los comemos"

La redactora jefa de Ciencia, Salud y Tecnología de El País explica en Hora 25 dos estudios: uno que desvela que los monos titís se llaman por su nombre; otro sobre los efectos de los microplásticos

Patricia Fernández de Lis, en los estudios de la Cadena SER en Madrid

Madrid

Todos los humanos tenemos un nombre y así nos referimos a los demás. Pero no somos los únicos, hay animales que también se llaman por su nombre, los últimos que se han descubierto que lo hacen son los monos titís. Es uno de las dos investigaciones que trae a la mesa de Hora 25 la redactora jefa de Ciencia, Salud y Tecnología de El País, Patricia Fernández de Lis. El segundo de ellos, nos habla de uno de los grandes problemas medioambientales en el mundo, los microplásticos.

Este jueves, la revista Science ha dedicado un especial a los microplásticos. Al año se producen unas 350 millones de toneladas de plásticos. Más tarde o más temprano, buena tarde de ese plástico termina en el medio ambiente, mínimo 40 millones, en particular en los martes, donde acaban ocho millones de toneladas de plásticos al año. La acción del agua, los microorganismos y la luz solar van degradando poco a poco el plástico hasta reducirlo a pequeñas partículas. Algunas son tan pequeñas que el plancton microscópico las confunde con comida.

El estudio publicado ha encontrado restos de microplásticos en más de 1.300 especies de seres vivos, incluido los seres humanos. Fue en 2004 cuando un grupo de científicos humanos descubrió los microplásticos. Desde entonces, se han encontrado en el Everest, en los polos, en la fosa de las Marianas, en la estratosfera. Los respiramos, los bebemos y los comemos. Están en todas partes.

Los microplásticos primarios van camino de eliminarse, pero más difícil será acabar con los microplásticos secundarios, que son las fibras de la ropa, los trocitos de neumáticos o todo lo que en su día fue microplástico primario y se ha ido descomponiendo. Los autores de este estudio proponen estudiar y valorar la importancia de los nanoplásticos, tan pequeños que ni siquiera se sabe de dónde vienen.

Animales que se llaman por su nombre

El otro de los estudios que trae Patricia Fernández de Lis es el descubrimiento de que los monos titís, los primates más pequeños del mundo, se llaman por su nombre. Viven en grupos familiares muy unidos, todos los miembros cooperan para cuidar a las crías -incluídos los machos- y utilizan una amplia variedad de vocalizaciones para comunicarse entre sí. Los científicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén han descubierto que se llaman por su nombre.

Los investigadores llevaron a cabo una serie de experimentos con 10 primates. En cada experimentos, el equipo colocó una pareja de titíes, con relaciones variadas entre ellos, en una habitación, y les dejó interactuar. Luego los separaron usando una barrera para que no pudieran verse y registraron sus llamadas. Descubrieron que los titís usaban llamadas 'llamadas phee' -llamadas para dirigirse a un individuo específico del grupo- para cada mono. Algo similar a lo que hacemos los humanos.

Además de los monos titís, hay indicios de que los delfines y los elefantes también se llaman por su nombre, además de los seres humanos. Los elefantes se llaman por su nombre y se comunican trompeteando, murmurando o rugiendo. Usan sonidos específicos para llamar a cada miembro de la manada.

Los delfines también poseen una gran variedad de vocalizaciones, incluyendo silbidos únicos que sirven como una especie de firma acústica. Y se pueden identificar a individuos específicos por ellos.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00