Tras la evaluación de riesgos laborales las trabajadoras del hogar piden la supresión del régimen de internas y mejoras en la cotización
Las empleadas tienen dudas sobre cómo se aplicarán los cambios planteados por el Gobierno porque la evaluación, obligatoria, se realizará sin supervisión profesional
Las trabajadoras del hogar, pendientes de cómo se aplicará el real decreto que obliga a sus empleadores a realizar evaluaciones de riesgos laborales
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Madrid
Tras el decreto que obligará a quien contrate a una trabajadora del hogar a realizar una evaluación de riesgos laborales, las organizaciones y las trabajadoras piden que futuras reformas eliminen el régimen de internas, por considerarlo abusivo, y que sean integradas plenamente en el régimen común de la seguridad social. En algunos escenarios las trabajadoras del hogar cotizan menos que el resto de trabajadores por cuenta ajena, lo que afecta a lo que cobrarán cuando se retiren.
Sobre si los cambios del último decreto pueden afectar a las contrataciones, Edith Espinosa, portavoz de la asociación Servicio Doméstico Activo, cree que no tiene por qué, ya que las mejoras que han conseguido en los últimos años son financiadas en parte por el Estado y los contratos cuentan con deducciones fiscales. En cambio, muestra sus dudas sobre como se va a cumplir la ley: “Nos gustaría saber la aplicabilidad del real decreto, porque una cosa es lo que está escrito en el papel y otra lo que realmente se vive en el día a día”.
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Duda porque el empleador deberá realizar una autoevaluación de los riesgos de su hogar sin una supervisión independiente y sin tener conocimientos para realizarla. La inspección laboral seguirá sin poder entrar en los domicilios si no hay un juez de por medio. Aun siendo un lugar de trabajo, el domicilio de un particular se considera inviolable.
Con el nuevo decreto las trabajadoras también podrán dejar de trabajar ante una situación de riesgo y podrán acudir a un reconocimiento médico. Como la revisión médica podría subir el coste de tener una empleada y desincentivar la contratación, el Sistema Nacional de Salud realizará el análisis de manera gratuita.
Las trabajadoras piden un cambio de chip
Delmi Galeano y Jani Flores han trabajado limpiando casas con y sin contrato. Afirman que a pesar de estar dadas de alta han sufrido abusos laborales y represalias. Galeano destaca la fatal de empatía: “Te niegan los días libres y los festivos a los que tienes derecho, eres una máquina para trabajar y se acabó”.
Flores no aceptó un cambio propuesto por sus jefes y estos cambiaron su actitud hacia ella: “Quisieron modificar mi contrato, con unas condiciones que a mí no me parecían bien, dije que no las aceptaba y pasé a ser la mala”. También ejemplifica la dureza del régimen de internas con lo que escuchó una vez: “Como trabajas en mi casa y me voy de vacaciones en verano, pues te vienes conmigo a la playa”.
Ambas esperan la llegada de la integración definitiva en el régimen ordinario de la seguridad social, porque el cambio comenzó en 2022, pero se quedó a medio camino. Ese año la justicia europea concluyó que el régimen especial de la seguridad social al que pertenecían era discriminatorio porque, por ejemplo, no tenían derecho al paro. Eso se solucionó ese mismo año. Sin embargo, aún está pendiente que coticen como cualquier otro trabajador.
En España, uno de cada siete hogares tiene, según datos del INE, servicio doméstico. La falta de tiempo, si la economía lo permite, provoca que millones de personas contraten a alguien para que les eche una mano con la plancha, la colada, o la comida. Según la Encuesta de Población Activa, 460.000 personas realizan este trabajo en nuestro país. Se estima que el 95% son mujeres.
Comparados con los datos de la Seguridad Social, significa que 90.000 personas trabajan sin contrato. Las asociaciones suben la cifra a las 600.000 empleadas en total, con 200.000 sin contrato. La distancia en los números se debe a la utilización de diferentes estimaciones y las preguntas que se realizan. La EPA es una encuesta que deja gente fuera del radar o cuenta a algunas trabajadoras en otras categorías como el cuidado de mayores.