'Cryo-Zoo', El "Arca de Noé" que almacena células de especies amenazadas en Barcelona

La Fundación del Zoo de Barcelona ha iniciado un proyecto que pretende crear una especie de Arca de Noé con células de especies amenazadas. Es una iniciativa, con vocación internacional, en la que participan también el Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), el Museo de Ciencias Naturales, también del propio ayuntamiento, y la Universidad Pompeu i Fabra.

Dr. Tomás Marqués Bonet, catedrático de genética e investigador ICREA y coordinador del proyecto, ha explicado este viernes en La Ventana en qué consiste exactamente este proyecto y cómo puede cambiar para siempre la concepción que se tiene sobre los zoos.

Educación, conservación e investigación

La idea original se concibió en 2017 con la intención de cambiar la idea moderna que existe sobre los zoos como cárceles de animales. "El proyecto de Cryo-Zoo se basa en tres pilares fundamentales: educación, conservación activa e investigación. Un zoo sin ciencia no tiene sentido de existir", afirma Marqués Bonet.

Los biobancos son fundamentales para las investigaciones y el desarrollo dentro de estos campos, pero Cryo-Zoo no es un biobanco tradicional. En estos biobancos los tejidos con los que se trabaja son representaciones con las que no se pueden recrear particularidades. Lo que diferencia a Cryo-Zoo es el trabajo con tejidos vivos: "El objetivo es coleccionar células vivas de las especies más amenazadas del mundo para poder hacer investigaciones y aplicaciones con ellas", explica el doctor.

Mediante las células vivas se pueden crear células madre y, a través de ellas, estudiar la biología del individuo. "Si queremos estudiar enfermedades concretas de animales, es poco recomendable intervenir en su hábitat natural. Poder tener réplicas de tejidos en los laboratorios sobre las que estudiar y trabajar es un gran paso adelante", ejemplifica Marqués Bonet.

Un ejemplo de ciencia ficción

El mejor ejemplo de conservación es el del Rinoceronte Blanco. Solo dos hembras viven, y gracias al Frozen Zoo del Zoo de San Diego, que cultivó las células de la piel de los 14 rinocerontes que aún vivían, han podido recrear espermatozoides y óvulos de estos animales para poder crear embriones nuevos y salvar la especie de la extinción introduciendo machos para repoblar. "Es un ejemplo que pareciera sacado de la ciencia ficción", afirma el doctor. El Cryo-Zoo de Barcelona también puede llevar a cabo este tipo de operaciones.

"Este proyecto cambiará la imagen de los zoos. Hay zoos terribles que son circos y tenemos que terminar con ellos, pero también hay zoos buenísimos que hacen tareas espectaculares. Nosotros apoyamos a los que son agentes activos de la conservación y la repoblación, que dedican cantidades de dinero ingentes a conservar especies en su territorio natural", concluye Marqués Bonet.