Al menos catorce muertos y 66 heridos por el bombardeo a las afueras de Beirut
El gobierno de Netanyahu asegura que se encuentran en una nueva fase de la guerra y ha asesinado al alto comandante de Hezbolá Ibrahim Akil, hacia quien iba dirigido el ataque "selectivo"
Al menos catorce personas han muerto y otras 66 han resultado heridas este viernes en un bombardeo israelí contra los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye, un importante bastión del grupo chií Hezbolá, ha informado el Ministerio de Salud Pública del Líbano.
El número de fallecidos se eleva ya a catorce, mientras que 66 personas han sido trasladadas a diferentes hospitales, entre ellas nueve que se encuentran en estado "crítico", ha explicado el Centro de Operaciones de Emergencia del departamento gubernamental en un comunicado. "Las labores de desescombro continúan en marcha hasta el momento", agregó la nota, que detalló que "los equipos de rescate que trabajan sobre el terreno prevén que haya más muertos bajo los escombros".
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El ataque tuvo como objetivo un edificio residencial en una calle llena de transeúntes y a una hora a que los ciudadanos regresan de sus trabajos, aseguró el canal local de televisión Al Manar, perteneciente a Hezbolá. En el área resonaron tres explosiones y el inmueble atacado habría quedado completamente destruido, según afirmó un testigo.
"Aviones de combate de la Fuerza Aérea han atacado en las últimas dos horas, bajo la dirección de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Mando Norte, cientos de plataformas de lanzamiento que estaban listas para su lanzamiento inmediato en el territorio del Estado de Israel. A partir de la tarde, un total de alrededor de 100 lanzadores e infraestructura militar adicional han sido atacados, incluyendo alrededor de 1.000 plataformas de lanzamiento que estaban listas para un lanzamiento inmediato", han publicado las FDI en su cuenta de la red social X.
En ese sentido, han prometido seguir "dañando y degradando" las capacidades "terroristas" y las infraestructuras de Hezbolá, que ha sufrido decenas de bajas en los últimos días tras una serie de explosiones de aparatos electrónicos como 'buscas' o 'walkie-talkies', una acción atribuida a Israel pero sobre la que no se ha pronunciado.
Un alto comandante de Hezbolá, entre los muertos por el ataque
El ataque israelí esta tarde contra un edificio en los suburbios meridionales de Beirut, conocidos como el Dahye, iba dirigido contra el alto comandante de Hezbolá Ibrahim Akil, quien ha muerto como consecuencia del ataque. Junto a Akil han fallecido en torno a una decena de comandantes de Hezbolá, incluidos algunos de los "arquitectos del 'Plan de Conquista de Galilea'", una supuesta operación con la que la milicia trataría de "invadir" Israel en un ataque similar al del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) del 7 de octubre.
Akil inició su andadura en Hezbolá en la década de los años 80, cuando entró a formar parte de Yihad Islámica, participando en "numerosos ataques llevados a cabo en varios países". Desde 2004 ejercía las funciones de jefe de operaciones de Hezbolá y como comandante de la Unidad Radwan.
Esta unidad es una fuerza de élite de Hezbolá cuyo objetivo sería el de "ocupar los asentamientos de la Galilea israelí y matar a soldados y civiles inocentes", según informaciones del Ejército de Israel, que apuntan a que Akil "promovió muchos ataques terroristas y complots" contra israelíes y las FDI.
Más tarde, el portavoz de las FDI, Daniel Hagari, ha detallado que Akil y el resto de comandantes asesinados en el ataque en Beirut se encontraban reunidos "de forma clandestina bajo un edificio residencial" en el centro de Dahiyé, uno de los escenarios del bombardeo.
Estas acciones se producen en un momento en el que el Gobierno ha reconocido una "nueva etapa" en la guerra, en la que se centrará en la frontera con Líbano para lograr que la población pueda volver a sus asentamientos en la zona, tras lo que han anunciado una serie de maniobras durante el fin de semana y han prohibido acceder a las zonas del sector norte debido a que se harán pruebas con fuego real.
"Las FDI piden al público que no entre en las áreas prohibidas y que permita que las fuerzas de seguridad continúen realizando sus tareas: se trata de una situación que pone en peligro la vida. Es importante tener en cuenta que si se encuentra con objetos caídos, la instrucción es mantenerse alejado y reportarlo a la Policía de Israel. Los objetos caídos son potencialmente mortales y pueden contener explosivos. Estas instrucciones salvan vidas", han añadido.
Israel "no quería esta guerra"
El presidente de Israel, Isaac Herzog, ha recalcado que su país "no quería esta guerra", en alusión a los enfrentamientos en la frontera norte con el partido-milicia chií libanés Hezbolá; pero ha insistido en que su país tiene el derecho a "vivir como cualquier otro pueblo, en paz, seguridad y tranquilidad".
Así las cosas, Herzog ha señalado en sus redes sociales que la ofensiva israelí contra territorio libanés busca garantizar "los derechos más básicos de cualquier nación" también para Israel, así como que los residentes evacuados del norte por los ataques de Hezbolá puedan regresar a sus hogares.
"Anoche vimos las acciones precisas e impresionantes de la Fuerza Aérea de Israel contra Hezbolá. No hay duda de que, incluso hoy, el mundo sabe --tanto nuestros enemigos como nuestros amigos-- que tenemos una Fuerza Aérea hecha de acero" ha añadido el mandatario israelí.
"Los saludamos, así como a todas nuestras fuerzas de seguridad, por sus enormes esfuerzos en esta difícil guerra y reafirmamos nuestra determinación de vencer al terrorismo", ha remachado Herzog.
Hezbolá lanza siete ataques con cohetes contra objetivos israelíes
Hezbolá no ha tardado en responder. Horas después del ataque israelí, ha lanzado siete ataques con cohetes Katyuska contra objetivos israelíes que, según dicen, son militares. La emisora pública israelí Kan también ha informado del ataque y ha cifrado en 150 los cohetes que han llegado desde el Líbano.
Todavía no hay cifras sobre el número de víctimas.
El repunte de los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá —un grupo apoyado por Irán que cuenta con un importante peso militar y político en Líbano— han hecho temer con la posibilidad de una expansión del conflicto en Oriente Próximo. El Ejército israelí ha llegado a presentar a Estados Unidos sus "planes operativos".