Tamara Contreras, médica intensivista, sobre las guardias de 24 horas: "He llegado a pensar que si yo fuera el paciente no me gustaría estar en mis manos"
Contreras ha iniciado una campaña para pedir el fin de las guardias de 24 horas para los médicos
Tamara Contreras, médico internista: "He llegado a pensar que si yo fuera el paciente no me gustaría estar en mis manos, ¿no?"
Tamara Contreras es médica intensivista en la UCI del Hospital Mateu Orfila de Mallorca y su lucha es la de muchos de sus compañeros de profesión: acabar con las guardias de 24 horas para los médicos. El pasado miércoles, la doctora acudió a la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados para exponer las razones que el pasado mes de febrero la llevaron a iniciar una campaña de firmas en Change.org que ha presentado ante la ministra de Sanidad, Mónica García. Alrededor de 130.000 compañeros respaldan esta iniciativa a pesar de que, como ella misma admite, "se trata de un tema tabú" entre los sanitarios.
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En un contundente y a la vez que emotivo mensaje a las autoridades, Contreras defendió que los médicos cumplen con su labor después de maratonianas jornadas de guardia pero, "¿a qué coste?", señaló la doctora. En su intervención en la 'Jornada por una estrategia nacional del sueño saludable', Contreras contó algunas de experiencias más duras en una de esas guardias en las que trabajan 24 horas y preguntó a los oyentes si necesitaban más argumentos para saber que hay que terminar con este tipo de jornada, habitual en los calendarios de los médicos.
El clamor de Contreras ha coincidido con el reinicio de las negociaciones del Ministerio de Trabajo con patronal y sindicatos para la reducción de la jornada laboral en España. Mientras los representantes de los trabajadores amenazan con movilizaciones si no ven pasos adelante para reducir la jornada de las 40 horas actuales, los profesionales de la salud quieren poner el foco en las guardias interminables que no solo dificultan la conciliación de su vida personal, sino también empeoran la atención a los pacientes.
Ante los micrófonos de la Cadena SER este sábado, la intensivista ha contado que puede hacer "hasta 96 horas semanales" y que eso es su "normalidad". En el momento en el que ha intervenido en Hora 14, la doctora comenzaba una de esas guardias que se pueden prolongar durante más de un día completo. "Cuando llevas 15 horas trabajando es muy, muy difícil", cuenta y se sincera admitiendo que lo mira todo "un par de veces" porque no quiere cometer ningún error después del "esfuerzo físico y mental" que implican tantas horas de trabajo.
Conteras reconoce que "hay guardias que son buenas, por así decirlo" y explica que son aquellas en las que pueden dormir cuatro o cinco horas y otras en las que, sin embargo, el descanso no existe. "Si te llaman, tienes que estar despierto inmediatamente", relata la médica intensivista, que explica que, dada su especialidad, en estas circunstancias tiene que "tomar decisiones en minutos de las que depende la vida de una persona". Por ello, asume que cuando atienden a los pacientes después de casi triplicar lo que sería una jornada normal en cualquier otro trabajo, el atendido "corre más riesgo que cuando estamos descansados". La doctora apunta, en este sentido, a "ese nivel de responsabilidad y de entrega" con el que tratan de evitar que algo salga mal.
No obstante, son humanos y la falta de sueño les puede jugar malas pasadas. "A mí me ha pasado de tener que hacer una técnica de madrugada y ver cómo mis manos temblaban", describe. "He llegado a pensar, '¡Joder, si yo fuera el paciente no me gustaría estar en mis manos!'", confirma. Contreras habla de las sensaciones al día siguiente de haber dado asistencia en estas condiciones durante una guardia y señala cómo "luego viene una parte de sobrecarga emocional muy dura". Como gremio, cree que los médicos se machacan "muchísimo" y habla de "presión", de imposibilidad de cometer un error "porque si lo cometes, hay consecuencias psicológicas, emocionales y, por supuesto, puede haberlas de tipo legal".
Sobre el futuro de las guardias de 24 horas y las propuestas de la ministra de Sanidad al sector, la profesional reivindica que todos los grupos parlamentarios y sindicatos tienen que llegar a un acuerdo e insiste en que se trata de "un problema de salud pública que nos afecta a todos". Asimismo, reflexiona sobre la razón por la que no se ha iniciado antes la lucha para terminar con estas jornadas maratonianas: el sueldo base de los médicos -sin guardias- depende de la comunidad, pero se sitúa entre los 1.200 y los 1.400 euros.
"Después de un tener un expediente académico estupendo para entrar en Medicina, seis años de carrera muy duros, presentarse a un MIR con 10.000 personas, hacer una especialidad de cinco años...", enumera la intensivista."¿Tú que sueldo esperas? ¿1.200? ¿De verdad?", cuestiona indignada a la espera de conocer qué recorrido tendrá su campaña de firmas y si verá, en el corto plazo, algún cambio en su jornada laboral.