"The Crying One": el Galatasaray 'se ceba' con Mourinho después de su descalabro en el 'Clásico' turco
Después de imponerse 1-3 en el gran duelo de Estambul, el 'Galata' ha convertido al entrenador en el protagonista de sus mofas
No está viviendo un inicio llevadero José Mourinho en el fútbol turco. Desde su llegada al Fenerbahce, cada tropiezo se ha sobredimensionado debido a las altas expectativas cuando llegó al país. Poco tardó en llegar su primer revés, cuando cayó eliminado en la fase previa de la Champions League a manos del Lille. El descontento de su hinchada en agosto ya fue notorio, cuando después del primer 'pinchazo' en liga cargaron contra su presidente, Ali Koç, a quien lanzaron botellazos y otros objetos cuando se encontraba a pie de campo. Ahora ha sido su máximo rival quien ha tratado de convertir a Mourinho en el hazmerreír del fútbol turco, poniéndolo en evidencia con una serie de publicaciones en redes sociales que le han echado a los aficionados del país encima.
Más información
El archiconocido apodo del técnico, conocido como 'The Special One' desde su gloriosa etapa en el Chelsea, ha sido el principal apoyo sobre el que sustentar las mofas. Para la familia del Galatasaray, el portugués ha pasado a ser 'The Crying One' (el llorón), como le han dedicado en sus redes sociales después de imponerse en el 'Clásico' del fútbol turco por 1-3.
Además de este currado cartel, los de amarillo y rojo continuaron con su vacile a la par que defendían a su entrenador, Okan Buruk. Además de compartir una foto en la que se apreciaba en lamento de Mourinho, en contraposición con la celebración del Galatasaray, adjuntado de un mensaje de 'The winner one' (el ganador). Y no conformes con ello, completaron sus bromas con un nuevo vídeo, en el que una pizarra del entrenador del Fenerbahce se desmoronaba para dar paso a otra frase de 'Okan Buruk rules' (Okan Buruk manda).
Fue una noche larga en Estambul. El Galatasaray, como visitante, dominó de principio a fin un partido en el que llegó a verse 0-3 por delante gracias a los goles de Mertens, Sara y Livakovic en propia puerta. De nada sirvió el penalti transformado por Dzeko para recortar distancias después del desastre, dando forma al definitivo 1-3 que despertó el vacile nacional.