Guterres advierte que el mundo tal como está es "insostenible": "No podemos seguir así"
El secretario general ha pasado revista a los mayores problemas mundiales, tanto los derivados de las guerras y las divisiones geopolíticas como de las brechas sociales y tecnológicas
Madrid
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha proclamado este martes, en la apertura de la semana de Alto Nivel de Naciones Unidas, que "el estado de nuestro mundo es insostenible" y que "no podemos seguir así".
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El político portugués ha señalado los tres males mayores que afectan al mundo: la impunidad, que se repite en todos los grandes conflictos actuales (en Gaza, Líbano, Ucrania o Sudán); la desigualdad, que se agrava cada vez más entre los países y dentro de las fronteras de estos; y la incertidumbre que generan el cambio climático y una inteligencia artificial (IA) descontrolada.
Como suele ser habitual en este foro, el secretario general ha pasado revista a los mayores problemas mundiales, tanto los derivados de las guerras y las divisiones geopolíticas como de las brechas sociales y tecnológicas, y aunque ha asegurado que "los retos a los que nos enfrentamos no son irresolubles", su diagnóstico ha sido sombrío.
Invadir otro país y devastar sociedades sin coste alguno
Sobre la impunidad, Guterres ha lamentado que un número creciente de países sientan que pueden violar la carta de la ONU y las leyes internacionales humanitarias, "invadir otro país, devastar sociedades enteras o ignorar olímpicamente el bienestar de su propia población".
Ha afirmado también que esta actitud prepotente se encuentra en Oriente Medio, en el corazón de Europa y en el Cuerno de África, y se ha detenido especialmente en Gaza, donde la guerra ya va a cumplir un año con un saldo devastador de 41.300 muertos palestinos. Ahí ha lanzado una pregunta a Israel (sin nombrarlo) y a la comunidad internacional sobre el futuro después de la guerra.
"¿Cómo puede aceptar el mundo el futuro de un Estado (Israel) que incluye un gran número de palestinos sin ninguna libertad, derechos ni dignidad?", ha exclamado. Y ha cosechado una salva de aplausos cuando ha recordado que "nada puede justificar el castigo colectivo en Gaza".
Y si en el pasado, durante la Guerra Fría, había líneas rojas y guardarraíles, "uno siente que no existen hoy, ni tampoco tenemos un mundo unipolar", y ha definido el mundo actual como una especie de purgatorio "donde cada vez más países llenan los espacios de la división geopolítica y hacen lo que quieren sin rendición de cuentas".
Sobre la desigualdad, ha recordado que "no es una cuestión técnica ni burocrática; en el fondo, es una cuestión de poder con raíces históricas", y ha apuntado que en los últimos tiempos esto se ha agravado, pues de entre los 75 países más pobres del mundo, dos tercios están peor que hace cinco años; en este mismo periodo, los cinco hombres más ricos del mundo han duplicado sus fortunas.
Un 43% de las riquezas en manos de un 1 % de población
Un 1% de habitantes del mundo poseen el 43% de los activos financieros del planeta y, sin embargo, en muchos países los gobiernos dan regalos fiscales a grandes empresas y a los 'ultrarricos' que van en detrimento de inversiones en salud, educación o protección social, ha criticado Guterres, en lo que ha parecido una alusión velada a Estados Unidos.
Y "los que tienen poder político y económico, y los que creen tenerlo, son siempre reacios al cambio", pero a ellos les ha recordado que "si no hay reformas, la fragmentación es inevitable, y las instituciones globales perderán legitimidad, credibilidad y eficacia".
En lo referente a las incertidumbres, ha asegurado que el mundo va entendiendo que un futuro sin combustibles fósiles es seguro, "pero la transición rápida no lo es", y ha criticado que en bastantes países "las compañías petroleras amasan fortunas enormes gracias a los subsidios", mientras la gente de a pie soporta los costos de la catástrofe climática.
En cuanto a la IA, ha reconocido que va a cambiar todo lo que conocemos, pero se ha preguntado en qué dirección: "¿Hacia más libertad o hacia más conflicto?, ¿hacia un mundo más sostenible, o una mayor desigualdad?, ¿a estar mejor informados, o a ser manipulados con más facilidad?".
Ha advertido contra un hecho constatable, y es que unas pocas compañías han acumulado un enorme poder sobre la IA sin la menor supervisión, y ha recordado que solo un control global puede evitar lo que llamó "la Gran Fractura".