Líbano, ¿otra Gaza?

Barcelona

A veces una frase lo define todo. “El mundo no puede permitirse que Líbano se convierta en otra Gaza”, ha clamado el secretario general de Naciones Unidas, el portugués António Guterres. Y el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha advertido que “estamos casi en una guerra en toda regla”.

Frente a las llamadas a la distensión y a la tregua, el presidente norteamericano Joe Biden subraya que la culpa de este recrudecimiento es de Hamás y de Hezbolá. Son esas organizaciones terroristas quienes abrieron hostilidades esta vez. Añadamos un matiz. Pero desde hace decenios el Estado de Israel ha incumplido sistemáticamente la ley internacional: o sea, los mandatos de la ONU.

En poco más de 24 horas las bombas de Netanyahu se han cobrado más de 500 muertos y casi 2.000 heridos libaneses. ¿Es normal?

Todavía no sabemos si efectivamente será Líbano el próximo escenario de la misma guerra de exterminio que casi ha destruido Gaza. O si lo será Cisjordania, el enclave palestino pegado a Jerusalén. O ambos territorios. Pero alguno será.

Por una razón simple. Netanyahu ha fracasado políticamente en los dos objetivos que confesó hace casi un año al comenzar la destrucción de la franja: rescatar a los rehenes y destruir a Hamás. Casi todos los rehenes siguen siéndolo, o han muerto. Y Hamás -dañada, eso sí-, sigue coleando. Y ya se sabe cómo reaccionan los poco sabios ante el fracaso: volver a intentarlo, doblar la ración, sostener al menos la expectativa. Todo, antes que irse a casa.