"Todo es culpa de los judíos, perdón, de los inmigrantes": el repaso que es toda una vacuna para los españoles

Madrid

Aunque una parte de la población más o menos informada reacciona burlándose de la frase de que los inmigrantes se comen a los gatos, la realidad es que acabamos ayudando entre todos a que se hable de inmigración. Al político que difunde una noticia falsa no le importa que le demos la razón, o digamos que es mentira. No está buscando la verdad. Está buscando conectar con los prejuicios o con la percepción de una parte de la población.

Por ejemplo, se empieza a difundir la idea de que los inmigrantes que llegan a las costas canarias se hacen los pobres pero no son pobres, sino caraduras, y la prueba de que no son pobres es que tienen los brazos musculosos, y el cuerpo de gimnasio. Y que muchos vienen con iphone, o sea, que no tan pobres.

Es un planteamiento absurdo. Significa pensar que hay personas que viven lo suficientemente bien como para ir al gimnasio, comprarse gafas de sol, un iPhone, artículos de lujo, y viviendo así de bien, se echan al mar en una patera, a ver si se ahogan. Puede parecernos absurdo, pero hay personas en España que creen totalmente que muchos inmigrantes son caraduras que viven fenomenal y encima vienen a buscar la paguita. O te dirán: "Todos quizá no, pero muchos, sí, ¿eh? Muchos sí, algunos sí".

¿Qué hace un político que quiere sintonizar con estos españoles, a fin y efecto de captar su voto? Escribe por ejemplo un mensaje: "Estoy en un ferry de Balearia desde Ibiza a Barcelona. Han embarcado a unos diez hombres marroquíes —todos con una bolsa de una entidad social— de entre 25 y 40 años, todos con teléfono, casi todos con gafas de sol, aspecto saludable, alguno incluso con un cuerpo de gym y haciéndose fotos con el signo de victoria"

Este político detecta cuerpos de gym, cuerpos de gimnasio, entre los inmigrantes. Tal vez este político no piensa que él tiene que ir al gimnasio para conseguir la musculatura que otras personas tienen trabajando duro. Pero la lógica aquí da igual. Lo que importa es sintonizar con esas personas que en las redes sociales escriben: "Muy bien, don Javier, ya era hora de que alguien hablara claro contra esos moros" o "A por ellos, don Javier". Y don Javier se viene arriba, y escribe otro mensaje: "Esta noche, la Guardia Urbana ha detenido a un hombre marroquí por robar en coches. Esta es la 58 detención de este delincuente. El día que un grupo de vecinos se canse y linche a uno de estos sinvergüenzas no seré yo quien se sorprenda".

Este mensaje ya era un poco más delicado, porque incluía linchamiento. Entonces, el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, rectificó un poco. Hizo un video en el que el delincuente ya no tenía nacionalidad. Porque lógicamente te molestará igual que el delincuente sea español o marroquí. Se dio cuenta de este pequeño detalle y lo corrigió. Tras una larga perorata, dijo que su denuncia no tenía que ver con la inmigración ni con alentar no sé qué. El linchamiento pasó a ser "no sé qué".

Hay políticos que dedican esfuerzos a crear un clima de hostilidad contra los inmigrantes, en busca del voto de las personas que son hostiles a los inmigrantes. Aquí se da una cosa curiosa: si hay un delincuente que ha delinquido 58 veces y sigue en libertad es porque el sistema judicial no funciona. Pero es más difícil hacer que la justicia funcione que pedir linchar a un marroquí.

Denuncia valiente: Los alquileres están muy caros, y las ayudas a los alquileres se las llevan todas los moros. En lugar de pedir políticas de vivienda para que bajen los alquileres (comunismo, comunismo) lo que hacemos es denunciar a los inmigrantes. Hay un problema de seguridad ciudadana. No pidamos más seguridad. Echemos a los inmigrantes.

Y cuantas más culpa tienen los inmigrantes menos responsabilidad tienen los gobiernos, que no tienen que preocuparse de que funcione la justicia, ni de que haya seguridad ni de que haya viviendas asequibles, ni de nada. Los gobiernos no tienen culpa de nada. Todo es culpa de los judíos. Perdón, de los inmigrantes.

Entre todas estas discusiones aparecen noticias asombrosas, de las que pasan casi desapercibidas. Esto lo hemos contado en las noticias de la una. Hay gobiernos de autonomías que dedican el dinero destinado a personas dependientes a hacer caja. ¿Qué quiere decir hacer caja? Dedican el dinero destinado a dependencia a sanear las cuentas. El dinero no llega a su destino. Luego aparecerá un político que dirá: tu abuela está sin atender porque se lo llevan todo los inmigrantes.

Hay un dato sobre esta noticia que es un dato un poco estremecedor. La mayoría de las personas dependientes son mayores. Es normal que las personas muy mayores mueran. Lo que no es normal es que mueran esperando una ayuda para la que sí hay dinero. Ya está aprobado. Es un dinero que existe, no se lo llevan los inmigrantes después de comerse un gato. Simplemente se destina mal. Pero hay un axioma que no falla: cuantas más culpas se echan a los inmigrantes, menos responsabilidades se piden a los gobiernos.