"A veces tengo malos pensamientos": Maruja Torres echa la vista atrás y analiza el conflicto en el Líbano
Deseo que las potencias europeas que le regalaron a Israel una tierra con un pueblo le hubiesen ofrecido como hogar las ruinas de la Alemania que perpetró el Holocausto
Maruja Torres: "A veces tengo malos pensamientos"
Madrid
A veces tengo malos pensamientos. Cuando llegué a Beirut por primera vez, en la segunda mitad de los años 80, la guerra del Líbano llevaba casi diez en marcha y aún le quedaban cinco. Enfrente de mi hotel, en el barrio de Hamra, en el bloque de una compañía de seguros abandonado durante la contienda se cobijaba un enjambre de libaneses que habían huido del Sur desde que Israel, alentado por Estados Unidos, como ahora, lo ocupó precisamente del río Litani para abajo. Casi un tercio de país.
A través de mi ventana observaba a las mujeres cocinar, lavar y tender la ropa y cuidar de los bebés. Los niños más crecidos jugaban. Los hombres se buscaban la vida o hacían la guerra. Los refugiados formaban entonces parte del paisaje bélico. Resultaba impresionante verlos, apiñados junto al mar en el extremo norte de la Corniche, bajo la estructura a medio construir de un proyecto de centro comercial con arcos de ojiva por los que circulaban cruelmente el frío, la lluvia y el viento.
En el 2000, los israelíes tuvieron que largarse porque contra ellos nació y creció en ese tiempo la resistente milicia Hezbolá, que los acabó echando. Los refugiados, eternamente agradecidos, regresaron a sus pueblos y muchos peregrinaron a la frontera, acompañados por no pocos habitantes de los enquistados campos libaneses creados para otros refugiados. Los palestinos. Querían contemplar, estos, desde la lejanía, los pueblos de los que tuvieron que huir cuando en el 48 Israel les robó su patria como hoy les roba Gaza, Jerusalén y los territorios ocupados, con la misma ayuda estadounidense.
A veces tengo malos pensamientos, ya digo. Y deseo que las potencias europeas que le regalaron a Israel una tierra con un pueblo le hubiesen ofrecido como hogar las ruinas de la Alemania que perpetró el Holocausto. Quizá ahora estaríamos huyendo nosotros.
Maruja Torres
María Dolores Torres Manzanera (Barcelona, 16...