Respeto al Jefe del Estado

Barcelona

El respeto institucional al Rey debe ser cosa obvia. Pero no porque sea un Borbón, ni por monarca, sino porque es el Jefe del Estado español. México se ha equivocado, por haberle excluido de la toma de posesión de la nueva presidenta. Es demostración de populismo inmaduro. Imagínense que EEUU hiciera cosas parecidas con Reino Unido. Impensable. Aprendan pues algo de los del Norte, que no siempre se equivocan.

La fricción diplomática, me niego a calificarla de conflicto, proviene de un sinsentido. El anterior presidente exigió que pidiese perdón por los excesos de Hernán Cortes en la conquista de 1519. Claro que los hubo. Pero este Estado no tiene nada que ver con aquél: esta monarquía liberal, ni siquiera parentesco con la absoluta y despótica de aquel momento. Cuando uno hace política con conflictos de siglos atrás, revela poco interés en los asuntos de hoy. Pero cualquier error puede rectificarse, a no ser que uno prefiera la dictadura china a las democracias europeas.

El Gobierno español ha dicho claramente que si se excluye a Felipe VI, se excluye a España. Y que no habrá representación oficial española en el acto. El portavoz del PP, Borja Sémper, se ha alineado palabra por palabra, y ha pedido “respeto al Rey y respeto a España”. Impecable. Pero siempre alguien mete la pata, como algunos socios radicales del Gobierno, de simpatías republicanas. Se supone que si en España la forma de Estado fuese una República y no una monarquía parlamentaria, y al presidente de la República se le diese el mismo trato excluyente, también protestarían. Pero, ¿no creen ustedes que eso es mucho suponer, y que más bien confunden el culo con las témporas?