Soledad Sevilla: "Primero tenía que ser ama de casa y madre. Fui madre de dos hijos y mi marido de ninguno"
El Museo Reina Sofía dedica la mayor retrospectiva a Soledad Sevilla que gira en torno a la idea de la artista de que lleva toda la vida haciendo la misma obra. Series tan destacadas como 'Las Meninas' o 'La Alhambra' pueden verse en esta exposición que arranca la temporada en Madrid y que después viajará al Instituto Valenciano de Arte Moderno
Entrevista | Soledad Sevilla: "Primero tenía que ser ama de casa y madre. Fui madre de dos hijos y mi marido de ninguno"
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Ordenada y amante de la geometría y de la línea recta, así es como define a Soledad Sevilla su obra nos cuenta minutos antes de la rueda de prensa de presentación de esta primera gran antológica que le dedica el Museo Reina Sofía de Madrid para inaugurar temporada y que hoy abre sus puertas al público. La obra de Soledad Sevilla (Valencia, 1944) está marcada, sobre todo, por el uso de la luz, siempre el uso de la luz, las texturas y esa idea de 'geometría blanda' o 'geometría emocional' como define Isabel Tejeda, la comisaria de la muestra que ha configurado de manera cronológica y circular para reforzar la idea de la artista de que lleva toda la vida haciendo la misma obra. "La sala nos ha permitido esa circularidad. Por donde se sale se entra y cuando miras a un lado, a las obras de los 70, y al otro, a los obras del 24, hay un aroma común que tiene que ver con esa idea que tiene Soledad en la cabeza de la línea, la trama, el módulo que se repite". La exposición, que llevaba esperando desde que en 2020 fuera galardonada con el Premio Velázquez de las Artes Plásticas, es una forma de que Soledad Sevilla pueda controlar su propio relato según el director del museo, Manuel Segade, que la ha calificado como una de las artistas más influyentes de la segunda mitad del siglo XX.
'Ritmos, tramas, variables' reúne más de un centenar de obras, entre las que destacan series tan emblemáticas como las de 'Las Meninas' o 'La Alhambra', además incluye algunos de sus trabajos más recientes, como el homenaje que hace a su referente y amigo Eusebio Sempere, y obras que ha realizado expresamente para la muestra. 10 salas para 60 años de producción aunque como ha señalado Tejeda "haría falta el museo entero para poder ver todo su trabajo". También se ha presentado 'Donde estaba la línea', una nueva instalación en la que Soledad Sevilla se sirve de hilo de algodón para intervenir el espacio del museo. La muestra documenta algunas de sus intervenciones históricas como 'Vélez Blanco', realizada en el castillo de Vélez-Blanco de Almería en el marco del Proyecto Plus Ultra con motivo de la Expo 92, o 'El tiempo vuela', que pudo verse en la Galería Soledad Lorenzo en el año 1998.
La propia Soledad Sevilla ha participado en el montaje de la exposición. Ver su obra reunida nos cuenta la artista le ha provocado 'sorpresa, emoción pero también cierta nostalgia y recuerdo de tantos compañeros y compañeras que se merecían estar aquí como yo. Al final tienes la sensación de que tienes suerte, de que te han bendecido los astros y que cuando naciste te han dado un premio extra que era ser la artista que soy". Siempre con un pincel en la mano, Soledad Sevilla tuvo que defender su elección ante un padre militar que no quería que fuera artista, después enfrentarse a una profesión en la que apenas había mujeres y romper con el cliché de 'ama de casa con una simple afición'. "Primero tenía que ser ama de casa y madre con dos niños. Fui madre de dos hijos y mi marido de ninguno".
Soledad Sevilla nunca ha seguido modas y tampoco ha pretendido demostrar nada a nadie ni siquiera a sí misma, nos confiesa, "yo solo tenía una vocación irrevocable de que quería pintar". Recuerda la artista las veces que tuvo que irse de la consulta del médico cuando iba con su hijo pequeño y se pasaba esperando horas, "me marchaba porque sabía que tenía que trabajar, y después me llamaba el médico y me preguntaba que por qué me había ido, y yo le decía tengo que trabajar, esto no se puede aguantar, solo lo podéis hacer los hombres". El paso del tiempo le ha reconciliado con ese sentimiento que siempre ha tenido de mala madre y que todavía a sus 80 años le asalta, "a veces pienso qué mal les he tratado pero luego venían los amigos de mis hijos y me veían en el comedor pintando y les decían, cómo mola tu madre".
Su propio reconocimiento como artista le llegó tarde, recuerda que estuvo mucho tiempo sin verse como lo que realmente era y se comparaba con sus compañeros de profesión que no tenían problema en hacerlo. "Además de tener un niño en cada rodilla siempre había tiempo para trabajar y para poder exponer pero no tenía la conciencia de artista porque no había habido ocasión de que la tuviera. Pero entré en contacto con la generación de la figuración madrileña, que eran más jóvenes que yo, y que tenían una conciencia de ser artista que me maravillaba así que pensé igual yo también soy artista. No se porqué me pasó eso quizá porque desde mi casa no se respetaba que lo fuera, tiraban los cuadros y los vaciados que traía de la Escuela de Bellas Artes. Yo tenía vocación, por encima de todo".
Soledad Sevilla lleva más de 60 años pintando. Nació en Valencia en 1944 y pronto se trasladó a vivir a Barcelona. Desde muy pequeña supo que lo quería hacer era pintar. Después de enfrentarse a un padre militar que no quería que fuera artista, sus primeros pasos los dio en el Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid, las becas que obtuvo en Boston y Harvard en los años 80 fueron muy importantes en su carrera. En Estados Unidos fue donde comenzó a realizar sus primeras instalaciones, de las que es pionera en España, y donde inició su emblemática serie sobre 'Las Meninas', en la que reinterpreta los espacios y los ambientes de Velázquez. Considera una de las artistas más importantes de su generación Sevilla ha sido galardonada con el Premio Nacional de Artes Plásticas, es Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes y premio Velázquez, además de Doctora Honoris Causa por la Universidad de Granada y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. A sus 80 años continua trabajando todos los días y no renuncia a seguir pintando sus obras de gran formato. "Para mi el arte es la razón de mi existencia y de la supervivencia de la Humanidad. Qué seríamos nosotros sin el arte".