Carles Francino: "México tiene todo el derecho a que se le pida perdón"

Madrid

A veces los debates más enconados no diría que puedan resolverse del todo, pero sí aclarar un poquito sus contornos con algo tan simple como el humor. Con un dibujo, en este caso, una viñeta humorística del argentino Hugo Catalán donde aparece un conquistador español con su coraza, su casco, su barba, su espada y sus cosas, diciéndole a un indio "Traemos cultura, educación y progreso". Y el indio, que lo mira desde abajo le contesta: "¿Y para qué es la espada, maestro?" Bueno, yo creo que esto resume el origen histórico del pollo diplomático que ahora mismo tienen los gobiernos mexicano y español, porque Felipe VI no ha pedido perdón por la conquista y no le han invitado a la toma de posesión de la nueva presidenta del país.

Yo creo que México tiene todo el derecho a que se le pida perdón de la manera que sea. En eso no me meto. Y para España tampoco sería ningún desdoro admitir que hace cinco siglos las cosas se hacían como se hacían, a lo bestia. Y ya está. La España de hoy no tiene nada que ver con aquello, pero somos herederos para lo bueno y para lo malo. El Papa pidió perdón hace un par de años en Canadá por las barbaridades que cometió la Iglesia Católica con los pueblos indígenas. Islandia no abolió hasta hace pocos años una ley que permitía matar vascos, lo contó hace unos días Nieves con Concostrina. Islandia promulgó esa ley en 1615 por una bronca con balleneros y no la abolió hasta 2015, seguramente porque se habían olvidado. Incluso hubo un acto oficial de desagravio entre islandeses y vascos.

Quiero decir, ya sé que no es lo mismo, ya lo sé, pero asumir la historia pasada no significa ninguna condena presente. Lo que pasa que aquí entra ya la bronca política y la polarización y todo eso y resulta imposible hablar prácticamente de nada.