"El vacío cuando te detectan una enfermedad grave es humano": una enfermera veterana denuncia la falta de tacto de algunos sanitarios

Madrid

"¿Qué hace una persona cuando sufre una desgracia? Hay personas que se quedan paralizadas, y es normal. Hay otras que consiguen transformar esa energía en optimismo y deciden actuar. Te sorprendes de la cantidad de gente que hace cosas por los demás", ha asegurado Elvira Lindo. Es el caso de valientes como nuestra compañera Sara Vítores y el de la invitada de hoy en Radio Lindo.

Ella es Matilde Saurí, presidenta y fundadora de la Asociación Carena, que se ha pasado por La Ventana para compartir su experiencia personal y la labor que realiza su organización en apoyo a pacientes oncológicos y sus familiares. Saurí, enfermera jubilada de 70 años, creó Carena junto a su amiga Pepa Costa tras su propia lucha contra el cáncer de mama en 1993. En aquel momento, Matilde tenía 39 años y una hija de dos. Afortunadamente, se curó al 100% y no ha tenido ninguna recaída. Pasó por todas las fases: quimio previa, intervención, quimio posterior, radioterapia y cinco años de tratamiento hormonal.

Tras todo este proceso, descubrió las grandes carencias del sistema de salud público en el apoyo emocional ofrecido a los pacientes, lo que la motivó a fundar la asociación junto a una compañera del hospital en el que trabajaba, Costa. Desde entonces, Carena ofrece terapia gratuita tanto a enfermos como a sus familias, abordando aspectos como la sexualidad, la danza, la autoestima y el duelo, además de colaborar estrechamente con los hospitales en los cuidados paliativos.

"Cuando cambias de bando, o más bien, vives la dualidad de ser profesional y enfermo a la vez, es cuando te das cuenta de todas las carencias y los vacíos. Es un aprendizaje que para mí fue muy importante en la vida personal y profesional". Respecto a la manera en la que recibió el diagnóstico, Matilde ha asegurado que fue horrible y que falta mucha formación en las facultades de Ciencias de la Salud. "El oncólogo que me recibió tenía más miedo que yo porque nos conocíamos. Como no forman al personal sanitario en asignaturas de comunicación o empatía, aquel chico tenía tanto miedo que empezó a balbucear. La frase que utilizó fue: «con un mazacote como el que tú tienes...»".

Según la enfermera, otro punto de inflexión para la creación de la asociación fue cuando, una vez diagnosticada, decidió ser enfermera de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria en cuidados paliativos. "Si no tienes esa vocación, esa inquietud, esas ganas de ir un paso más allá, este trabajo no se puede hacer. Hemos avanzado muchísimo en lo científico-técnico desde que estudié Enfermería. Pero en lo humano estamos igual. No hemos avanzado", ha reflexionado.

Aunque la Asociación Carena se sostiene principalmente gracias a donaciones y programas como la obra social de 'La Caixa', Saurí ha destacado las dificultades de financiación. "Dependemos de actos benéficos y de los socios", señaló, mencionando que actualmente cuentan con unos 270, aunque necesitarían muchos más para seguir creciendo (su objetivo es llegar a los 1.000 socios). En un contexto donde el apoyo psicológico a pacientes graves no está cubierto por el sistema público de salud, asociaciones como Carena se vuelven esenciales.

Mientras tanto, la asociación continúa siendo un refugio para quienes afrontan una de las batallas más difíciles de sus vidas. Quien quiera colaborar con Carena puede hacerlo a través de https://asociacioncarena.com/.