Josep Ramoneda cuenta lo que le dijo el rey Juan Carlos en una exposición: "Si esto no hubiese ocurrido, ni usted ni yo estaríamos aquí"

La revista neerlandesa Privé ha revelado fotografías privadas del rey emérito Juan Carlos I y la actriz Bárbara Rey, filtradas por el hijo de esta última, Ángel Cristo Jr. Las imágenes muestran a ambos besándose en una terraza. Fueron tomadas en 1994 cuando Ángel tenía 13 años, a petición de su madre. En una entrevista, Ángel Cristo Jr. afirma que Bárbara Rey utilizó estas fotografías para chantajear al monarca y obtener ayuda económica. En respuesta, Rey ha declarado que tomará medidas legales contra su hijo por divulgar las imágenes sin su permiso. La publicación de las fotos coincide con la reciente noticia de que Juan Carlos I ha completado un libro de memorias que será publicado en Francia en 2025.

En medio de estas revelaciones, la discusión sobre el legado del monarca sigue vigente. Josep Ramoneda ha recordado en El Abierto una anécdota con Juan Carlos I sobre su rol en la historia. En una exposición sobre la historia de la radio, mientras observaba la sección dedicada al atentado contra Carrero Blanco, el rey le comentó: "Si esto no hubiese ocurrido, ni usted ni yo estaríamos aquí". Juan Carlos I dejó claro que la muerte del almirante fue un punto clave para su ascenso y su rol en la transición democrática. Ramoneda ha reflexionado que, aunque el monarca jugó un papel esencial en ese proceso, con el tiempo ha perdido la noción de sus propios límites, "ha caído en una espiral de errores que ha debilitado su imagen". Para él, "la contradicción entre una monarquía y una sociedad democrática siempre generará tensiones".

Gonzalo Velasco, colaborador del Hoy por Hoy, coincide en la importancia de valorar el papel del rey, pero critica que se haya distanciado de su responsabilidad como monarca al adoptar una actitud despreocupada. "Esta postura ha sido sostenida por una red mediática e institucional que lo trató como una figura casi sagrada". José María Lassalle, por su parte, advierte que el rey emérito ha cometido una cadena de errores, en parte por el mal asesoramiento de su entorno. Aunque fue crucial para la democracia en España, esos fallos han oscurecido su legado. Lassalle ha subrayado que el rey ha olvidado su "deber", que en su rol institucional implica "guardar silencio" y preservar la dignidad de la monarquía.

Finalmente, Ángeles Caballero ha concluido que el rey no cuenta con personas cercanas que lo aterricen y le señalen sus errores, lo que contribuye a su declive. Todos coinciden en que la imagen de Juan Carlos I ha sido manchada por sus acciones y ha eclipsado su relevancia histórica.