Almodóvar, tras recoger el premio Donostia: "Cuando me fallen las ideas, seguiré haciendo películas porque la alternativa es el vacío"
El cineasta ha recibido una gran ovación y ha agradecido a todos los que han formado parte de su carrera en un discurso donde ha reivindicado la justicia social
Madrid
El cineasta Pedro Almodóvar ha recibido el Premio Donostia en el Festival de cine de San Sebastián, en reconocimiento a su trayectoria. La actriz Tilda Swinton ha entregado el premio a Almodóvar, quien ha subido al escenario visiblemente emocionado. Sus primeras palabras han sido de agradecimiento a Pedro Sánchez "por estar aquí apoyando la cultura". El presidente del Gobierno no ha querido perderse la gala y ha viajado desde Nueva York, donde se encontraba desde el lunes para intervenir en la Asamblea General de Naciones Unidas, hasta Zinemaldia para no perderse la entrega del galardón.
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Almodóvar ha reconocido tener muchas emociones y ha agradecido el reconocimiento. "Desde muy pequeño descubrí que las películas mostraban una realidad que a mí me parecía más real que la que yo vivía en el pueblo y que, desde luego, yo preferiría vivir en esa realidad", ha comenzado, recordando cuando era niño y soñaba con poder hacer cine. "Me vine a Madrid en 1970 solo, sin un duro, no conocía a nadie, pero con un propósito más fuerte que mi propia voluntad. Estuve doce años trabajando en Telefónica hasta que en 1981 pedí mi último permiso sin sueldo para rodar Laberinto de pasiones y ya no volví", ha contado.
El cineasta ha reconocido en su discurso que habría esperado "los años que hicieran falta" porque su pasión por el cine "es una pasión que ha dado dirección a mi vida y que, probablemente, me ha salvado de muchos peligros". "El cine me lo ha dado todo, mucho más de lo que yo podía imaginar a mi edad", ha dicho. "Un premio como el Donostia puede indicar el final de un camino y una recompensa por haberlo recorrido, pero yo no lo vivo así. Para mí el cine es una bendición o una maldición. No intuyo otro tipo de vida que el de escribir y dirigir sin pausa", ha añadido.
Asimismo, ha asegurado que nunca podrá dejar de hacer cine: "He pensado en el día que me fallen las ideas, el físico o mi propia mente. Cuando todo me falle, en caso de que llegue ese día, que espero que no, seguiré haciendo películas. Malas películas supongo, pero incluso a eso estoy dispuesto porque la alternativa es el vacío".
Almodóvar ha recordado que la primera que fue al Festival de San Sebastián fue hace 44 años para estrenar Pep, Luci, Bom, y desde entonces asevera que el cine le ha dado "más de lo que podría soñar". "El cine es mi vida y mi vida no tiene sentido sino el cine. He tenido el privilegio de contar las historias que quería contar, de imponer mi mentalidad desde los márgenes sin esperar a que nadie me diera permiso para hacerlo", ha dicho.
"No creo haber cambiado la sociedad en que vivimos, ni la ciudad en la que nadie es forastero, me refiero a Madrid, pero cuando me encuentro con alguien que me dice que determinada película mía dio un nuevo rumbo a su vida o le empujó a vivirla de verdad, cuando alguien me dice que ha empezado a estudiar español por mis películas o que han venido a Madrid también por ellas, creo que este oficio es el mejor del mundo y que merecía la pena que yo me encargara, me entregara a él sin limitaciones", ha reflexionado.
Almodóvar agradece a todos los actores y actrices con los que ha trabajado
El cineasta ha agradecido uno por uno a los actores y actrices que han formado parte de su filmografía como Javier Bardem, Penélope Cruz, Alberto Iglesias, Pepe Salcedo, Carmen Maura, Carmen Machi, Milena Smith, Rossi de Palma o Juan Diego Botto. "He tenido la suerte de trabajar con actores y actrices de enorme talento y les estoy inmensamente agradecido", ha dedicado.
"Si algo se distingue a mis películas es por la libertad que gozan mis personajes, que es el reflejo de mi propia libertad. La vida tanto en afición como la realidad es compleja y entraña multitud de peligros, pero sin libertad, la vida no merece la pena ser vivida. Hagamos lo posible porque las grandes tragedias, el dolor cotidiano, la incomprensión, la mentira, la falta de empatía, la injusticia social, el odio, todo lo negativo imaginable... Hagamos que pertenezca a la ficción y que la vida real transcurra de un modo justo, en paz y muy entretenida por las secciones que solo existirán en nuestra pantalla. Sé que estoy pidiendo demasiado, pero siempre he sido así desde que llegué a Madrid en 1970 pretendiendo dedicarme a dirigir películas", ha concluido, dando una vez más las gracias por ese galardón.
Después de la gala, ha tenido lugar el visionado de su nueva película, La habitación de al lado, protagonizada por Tilda Swinton y Julianne Moore.
