Cuenta atrás en la guerra definitiva por el döner kebab entre Alemania y Turquía

La disputa diplomática entre Alemania y Turquía a costa de quién hace el auténtico döner kebab está servida. Viene de lejos, pero a hora entra en la recta final. La UE da a los países un plazo de seis meses para ponerse de acuerdo sobre quien se queda con la denominación de döner kebab.

Turquía pidió hace dos años a la Unión Europea protección bajo un sistema que se llama TSG, Garantía de Especialidad Garantizada. Básicamente, ese sistema obliga a que para que algo se llame döner kebab tiene que cumplir las especificaciones de quien posee esa patente, es decir, de Turquía.

Alemania se ha opuesto a que Turquía controle esa patente con el argumento de que Turquía no es parte de la Unión, aunque pueda acogerse a ese sistema. Bruselas se ha pronunciado y ha dicho que las partes tienen seis meses para llegar a un acuerdo o decidirá quién se queda con la “propiedad”. Para entendidos:

• La versión turca viene sobre arroz, con patatas fritas y tomates.
• La versión alemana, que consumimos aquí, viene envuelta en pan de pita.

Y para los demás, lo que hay en juego es un negocio que mueve 3.400 millones de euros. Por comparar, supone más del doble de lo que España gasta en carreteras, por ejemplo. Si Turquía gana el döner kebab o cambia de nombre o cambia de receta pero no podrá venderse como tal.

Esperábamos el fallo, pero hay que esperar seis más para saber cómo acaba esta batalla.