"Hablar con el papa no ayudará a perdonar, pero sí a sanarnos": las víctimas de abusos sexuales de la iglesia belga, ante la visita de Francisco a Bélgica
Una de las víctimas de abusos sexuales de la iglesia belga que se reúne con el papa cuenta en la SER qué pretende con una visita que espera sea decisiva en el compromiso con la investigación de los abusos en la iglesia
"Hablar con el Papa no ayudará a perdonar, pero sí a sanarnos": las víctimas de abusos sexuales de la iglesia belga, ante la visita de Francisco a Bélgica
Bruselas
Jean-Marc Turine y Bruno Tackles estudiaron en Sant Michel, una prestigiosa escuela secundaria jesuita de la comuna de Etterbeek, en Bruselas. Bruno llegó al colegio veinte años después de que Jean Marc lo abandonara. No se conocían, pero vivieron la misma historia. Jean-Marc -un reputado realizador de la radio belga y escritor- decidió denunciar los abusos a los que fue sometido por parte de dos sacerdotes durante años el día que leyó en la prensa que el parlamento belga iba a investigar la pederastia en la Iglesia Católica.
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Una historia que contaría años después en el libro Padres reverendos, y que abrió el tabú de la pederastia en la iglesia belga. "No sé cómo he podido vivir tantos años en silencio. Es un gran misterio también para mí. No sé cómo he podido sufrir y callar tantos años, no tengo respuesta. Es algo que nos ocurre cuando somos niños y nos destruye por dentro", explica Jean-Marc al teléfono desde su casa en Bruselas.
Los mismos abusos en el mismo colegio
Bruno Tackles, que lleva años viviendo en Colombia, escuchó el nombre de Jean-Marc durante un viaje a París cuando una compañera le habló del libro. “Las palabras de Jean-Marc eran como mis palabras. Él cuenta lo que me pasó a mí 20 años más tarde. Exactamente lo mismo. Así que decidí escribirle. Nos contamos todo, ¡habíamos sufrido los mismos abusos en el mismo colegio!”, cuenta desde su casa en Colombia.
"Así empezó una historia de amistad y de trabajo conjunto. Nos pusimos en contacto con más compañeros y descubrimos que nos fuimos las únicas víctimas de abusos. Entonces Jean-Marc me propuso escribir una carta al papa pidiéndole una reunión aprovechando su visita a Bélgica". Y así fue, enviaron una carta al Vaticano que acabó con una respuesta del Sumo Pontífice: se reuniría con 15 víctimas de abusos de la iglesia bélgica durante su viaje a Bruselas. Y Jean-Marc será uno de ellos.
"Somos los que estamos esperando una respuesta del papa. Lo que queremos es que le hable a las víctimas, que nos escuche. Que admita que la Iglesia es culpable, porque la iglesia ha sido culpable. Él es responsable, porque él es el jefe de la Iglesia católica", afirma Jean-Marc. "Esperamos que en la homilía de este domingo dedique unas palabras a las víctimas de los abusos. Confiamos en que lo haga. Tiene una oportunidad histórica para hacerlo".
"Confío en que el papa quiera cucharnos de verdad, trabajar a partir de los testimonios y el trabajo que hemos hecho. No es una reivindicación, es un programa, una hoja de ruta para describir el futuro, no solamente para prevenir, para reparar a las víctimas, si no también para organizar la iglesia católica de otra manera, porque hay que poner en la mesa la necesidad de una reforma profunda. Los abusos son el síntoma de una enfermedad grave", sostiene Bruno.
"No puedes imaginar cuánto pesa el silencio en la cabeza de una víctima. Aunque más que víctima, quiero utilizar la palabra superviviente. No creo que haya que perdonar a nuestros abusadores, pero sí quedar en paz con nosotros mismos y con nuestro pasado. Y poder hablar con el papa y que reconozca nuestro dolor es un gran paso”, sostiene Bruno.
Una visita marcada por los abusos a menores
Como en tantos países europeos, la Bélgica católica ya no es ese país en el que el rey Balduino abdicó unas horas para no firmar la ley del aborto. Porque la Bélgica católica es hoy más laica que nunca, con una caída del 40% entre los fieles que acuden a misa desde 2017. Por eso viene el papa al corazón de Europa.
La excusa son los 600 años de la universidad católica de Lovaina. Pero de fondo, varios retos: el del ala progresista de la iglesia belga, con pasos por delante en la visibilidad de mujeres en puestos de poder, con la iglesia flamenca permitiendo bendecir las parejas homosexuales, o con los obispos francófonos abriendo la puerta al fin del celibato.
Aunque el papa llega a un país que también se ha enfrentado a la pederastia de sus sacerdotes. Con dos comisiones de investigación en el Parlamento, y el debate sobre si acabar con la privilegiada financiación de una por parte de un estado que, no obstante, da dinero a todas las religiones. Aunque a no todas por igual.
El papa se reunirá este viernes con un grupo de víctimas de abusos por parte de miembros de la iglesia. Es uno de los puntos que despiertan más intereses en la prensa belga sobre una visita en la que, según el Vaticano, Francisco hablará del futuro de Europa, los retos de la migración y el cambio climático.
Tampoco Bruno lo contó, hasta que encontró el libro de Jean Marc. Y leyó exactamente los mismos abusos que él sufrió años más tarde. Ambos compartieron lo que habían vivido y descubrieron que no fueron los únicos en ese colegio. Decidieron escribir una carta al papa pidiendo una reunión, que se celebrará esta tarde en Bruselas. Pedirán al papa un perdón público y que facilite la investigación por un órgano independiente.
Enrique García
(Sevilla, 1994) Corresponsal en Bruselas, siguiendo...