El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha acusado este viernes al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, de «faltarle al respeto» a la mandataria electa, Claudia Sheinbaum, por, según él, sugerir que fue idea del gobernante mexicano no invitar al rey Felipe VI a la investidura. «Ahora con el asunto este de España me están faltando al respeto, además, y eso lo está haciendo el presidente de España a la presidenta electa», ha declarado López Obrador en su conferencia matutina. El gobernante mexicano ha señalado que es «una falta de respeto adicional» del mandatario español el considerar que Sheinbaum «es manipulable» por atribuirle a López Obrador la decisión de no invitar al monarca a la toma de posesión de Sheinbaum, el 1 de octubre. El todavía presidente mexicano ha asegurado que «claro que fue una decisión política» el no invitar a Felipe VI a la toma de posesión de Sheinbaum, pero ha incidido en que esta fue una medida adoptada exclusivamente por la futura mandataria, que sí que había decidido invitar a Sánchez al acto del próximo martes. «Está insinuando que fue una decisión que tomé yo, como si la presidenta de México fuera manipulable. Es una falta de respeto adicional», ha reprochado López Obrador, que pese a todo ha aseverado que «respalda» esta decisión de Sheinbaum como va a seguir respaldando «siempre» a su sucesora en aquellas medidas que tome. «Se equivocan mucho, ojalá antes de emitir una opinión piensen que en México se está llevando a cabo una transformación (...) porque se está arrancando de raíz la corrupción y las injusticias, los privilegios, el clasismo y el racismo», ha remachado, instando a las autoridades españolas a entender que México es «un país independiente, libre y soberano que no es colonia ni tierra de conquista de nadie». López Obrador ha respaldado estos días la decisión de Sheinbaum de no invitar a Felipe VI a su investidura debido a la falta de respuesta de España a una misiva enviada en 2019 en la que México pedía que «el Estado español admita su responsabilidad histórica» por las ofensas cometidas durante la conquista y «ofrezca las disculpas o resarcimientos políticos que convengan». Pedro Sánchez lamentó la decisión de Sheinbaum de no invitar al rey a su toma de posesión y tachó la decisión de «inaceptable» e «inexplicable». Asimismo, decidió no enviar a ningún representante diplomático español a la investidura de Sheinbaum, en señal de protesta. «Son muchas cosas las que nos unen a México y a España, no solamente de pasados, sino de futuro y esa hoja común que deberíamos estar construyendo ambos gobiernos en términos políticos y empresariales, en el ámbito turístico, cultural, educativo... pues se ven obstaculizadas por esta inexplicable e inaceptable exclusión de nuestro jefe del Estado a la toma de posición de la presidenta electa. Yo lo lamento, pero evidentemente consideramos que es inexplicable e inaceptable», dijo en una comparecencia desde Nueva York, antes de intervenir en la Asamblea General de Naciones Unidas.