La prensa británica recomienda ir a esta ciudad española para alargar el verano: "Está subestimada"
'The Guardian' se fija en cinco ciudades europeas en las que disfrutar del "sol tardío" ahora que ya ha terminado el verano
La llegada del otoño implica para muchos el decir adiós a los días de sol. Depende de la zona del país en la que vivas, podrás seguir disfrutando un tiempo más de los días despejados y las temperaturas templadas o, por el contrario, adentrarte en semanas de mal tiempo con la lluvia y el descenso térmico como protagonistas. A pesar de que aún tenga que llegar el llamado veranillo de San Miguel, que suele tener lugar en los primeros días de octubre y que trae unas jornadas de buen tiempo antes de que llegue de forma definitiva el frío, es el momento de asumir que ya estamos en otoño.
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En países situados más al norte de Europa, como es el caso de Reino Unido, los rasgos que definen esta estación son aún más evidentes. Londres, por ejemplo, tiene una media de días lluviosos en octubre que alcanza los 15, es decir, la mitad del mes. Es precisamente en esta urbe donde tiene su sede central The Guardian, el medio que publica estos días un artículo en el que enumera las cinco ciudades europeas en las que se puede disfrutar de los últimos rayos de sol, buena temperatura y, por qué no, alguna jornada de playa.
Por ello, al lado de la portuguesa ciudad de Aveiro, Zadar en Croacia, Génova en Italia y la griega Tesalónica, la periodista que escribe, la redactora jefe Katharine Viner, hace mención a Alicante. La autora señala que esta ciudad es la capital de la provincia en la que creció y que, a menudo, esta localidad ha pasado desapercibida para los turistas ingleses, que preferían acudir a los cercanos complejos turísticos de Benidorm o Torrevieja.
Sin embargo, Viner destaca el cambio que ha experimentado la capital en las últimas dos décadas. Destaca "los chefs talentosos que están regresando a su ciudad natal" y cómo se han especializado en las más de 300 recetas de arroz, típicas de la zona. Además del turismo gastronómico, la autora señala que hay que acudir a Alicante para disfrutar de su casco antiguo y sus museos, "a los que se puede llegar fácilmente a pie" y son parte del atractivo de un enclave que, en su opinión, está "subestimado".
"La ciudad es especialmente encantadora a principios de otoño", comenta el artículo de The Guardian, que explica que las temperaturas bajan hasta los 20ºC en estos días del año. La propia autora comenta cuál es su rutina cuando llegan estos días del año: dar un paseo por la Explanada d'Espanya para alcanzar El Postiguet y terminar en el Castillo de Santa Bárbara, una fortaleza del siglo XVI, desde la que "disfrutar de las vistas del Mediterráneo y la Costa Blanca". Viner comenta también que suele pasear por el barrio más antiguo de la ciudad, el de Santa Cruz. "Me encantan las calles estrechas repletas de macetas azules y terracota, y las casas bajas de pescadores con sus azulejos con dibujos amarillos y rojos", detalla y recomienda visitar aquí el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (Maca).
Paso obligado también es el Mercado Central, un mercado cubierto en el que la autora confiesa abastecerse "de gamba roja, mojama de atún y turrón", tres emblemas culinarios de la zona. Sobre este lugar, la periodista cuenta que los domingos "los alicantinos acuden en masa a los bares del mercado para un recorrido de tapas a primera hora de la tarde conocido como tardeo".
Además de unas cuantas recomendaciones gastronómicas en esta ciudad de la Costa Blanca, la redactora jefe de The Guardian aconseja hacer un viaje a la Isla de Tabarca, en caso de tener tiempo de sobra en la zona. Allí señala que, además de sus aguas cristalinas, merece le pena probar un plato típico llamado caldero, que incluye patatas, pescado y arroz.