David Bustamante habla de sus inicios y cuenta lo que piensa de los jóvenes de hoy en día: "No quieren hacer esas cosas"

Hace ya más de dos décadas que David Bustamante abandonaba su San Vicente de la Barquera (Cantabria) natal, para convertirse en icono para toda una generación. Corría el año 2001 y 16 chicos y chicas entraban en la Academia de Operación Triunfo, un formato televisivo que, en poco tiempo, se convirtió en uno de los mayores fenómenos de la historia televisiva española.

Bustamante era uno de los aspirantes más jóvenes de aquella edición en convertirse en estrella musical. Solo tenía 19 años y apenas había salido de su Cantabria. 23 años después de aquello, el artista publica ahora Inédito, su primer álbum de estudio compuesto íntegramente por canciones suyas. Con motivo de este lanzamiento, el cántabro ha concedido una entrevista a Luz Sánchez - Mellado en El País y, además de hablar de su trabajo más reciente, Bustamante se sincera y conversa con la periodista sobre sus inicios y también sobre su familia y la forma en la que educa a su hija, ahora adolescente.

Durante su paso por el talent musical, el extriunfito contó en varias ocasiones cómo antes de llegar al concurso, él se dedicaba a la construcción. "Pintor de brocha gorda", repetía en algunas de sus intervenciones en la televisión y con Sánchez- Mellado ha profundizado más en el inicio de su vida laboral. "Trabajé de albañil desde los 14 a los 19, que empecé mi carrera en Operación Triunfo". Cuenta que sus años como obrero de la construcción, trabajó acompañando a su padre, que "mantuvo a tres hijos con una empresa pequeña de siete obreros". Apunta, además, que se ganaban la vida "muy bien", aunque admite que "se pasa frío, calor, duelen las manos y la espalda" y que esa dureza fue para él su propia mili.

Precisamente esas condiciones, difíciles y no siempre bien remuneradas, son las que, en opinión del cantante, han alejado a los jóvenes del mundo de la construcción. "Ahora los jóvenes no quieren hacer esas cosas, pero en mi época era una salida", recuerda y añade que "ahora a la gente le cuesta trabajar de este tipo de oficios", que él defiende con orgullo.

Sobre aquellos primeros años antes de la fama y casi adolescente, el de San Vicente de la Barquera, cuenta que dejaba su sueldo en casa, para la unidad familiar y él se "apañaba con la paga del fin de semana", unas 5.000 pesetas. "Ahora, con 30 euros, no vas a ningún sitio, pero entonces con eso era capitán general", rememora.