La historia detrás del podio de Pedro Acosta: salvado por un contenedor de agua

Terminaba la carrera en el GP de Indonesia con doblete español. La victoria se la acababa llevando Jorge Martín, mientras que el segundo clasificado era Pedro Acosta que volvía a subirse a un podio. Sin embargo, a la hora de celebrar nos dejaron una imagen muy curiosa. Lo normal es ver a los pilotos descorchar el Champagne y celebrar su puesto. En el caso del murciano no fue así, que mostraba un rostro serio. La razón de esto era que en ese momento estaba pendiente de una sanción que le iba a hacer caer varias posiciones.

Como informa Mela Chércoles en As, los pilotos deben mantener durante el 60% de la prueba el límite de la presión del neumático delantero, que en Indonesia esta fijado en 1.82 bares. De haberse confirmado esta noticia, Acosta habría sido sancionado con 16 segundos provocando que perdiera la segunda posición y el podio también. Pero por suerte para él, de la manera más casera posible se pudo confirmar que no hubo ninguna clase de trampa en la conducción del piloto murciano. Para solucionar este problema, lo que hicieron fue desmontar la rueda para meterla en un bidón lleno de agua y ahí se pudo comprobar que el neumático estaba en malas condiciones debido a que no paraban de salir burbujas de aíre producido a una perdida de aíre.

Sin duda alguna se trata de un gran resultado para un Pedro Acosta que no había podido acabar ninguna de las últimas dos carreras. De hecho, él mismo confirma que "el objetivo era acabar la carrera, daba igual si era 2º, 4º o 5º". Pero no ha sido nada fácil para él, el mantener ese resultado y es que competir con las Ducatti es algo muy complicado, pero el murciano lo tenía muy claro: "Sabíamos que nuestro punto débil es el principio de carrera y ha sido en lo que más centrado hemos estado. Ponerme en ritmo muy rápido y estar desde el inicio en tensión y ha funcionado", decía en los micrófonos de DAZN.

De hecho, fue con los medios de comunicación con quienes se enteró que la sanción no se iba a efectuar. Nos dejaron una imagen muy bonita en la que se abrazaron celebrando el resultado final. Automáticamente después celebró todo lo que no pudo hacer durante el festejo del podio, descorchando, esta vez sí, el champagne con su gente empapándoles de la bebida de la celebración.