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Janet Leigh: mucho más que la actriz de Psicosis

La actriz participó en más de cincuenta películas, pero todo el mundo la recuerda por el film de Alfred Hitchcock. El jueves 3 de octubre se cumplen 20 años de su muerte.

Pocas actrices de Hollywood han quedado marcadas por una película como Janet Leigh. En Psicosis aparecía solo en el primer tercio del metraje. Sin embargo, el impacto que tuvo, y en especial la escena de la ducha, hizo que todo el mundo la identificase ya para siempre con la película de Hitchcock. “He hecho muchas películas y solo esa con Hitchcock, pero llevo toda la vida contestando preguntas en las entrevistas sobre ella y sobre Hitch. Mucho más que sobre cualquier otro director con el que haya trabajado”, recordaba.

La forma en la que fue descubierta forma parte de la leyenda de Hollywood. Tenía 18 años y su padre trabajaba como recepcionista en el hotel de montaña en una estación de esquí. “Mi padre me había hecho una foto en la nieve y la tenía enmarcada en el mostrador de recepción. Un día llegó al hotel la actriz Norma Shearer acompañando a su marido, que era un gran esquiador, y Norma se fijó en la foto. Le preguntó quién era y mi padre le contestó que era su hija. Entonces Norma le pidió permiso para llevarse la foto y enseñarla en Hollywood y mi padre dijo: adelante”, explicaba la actriz. Norma Shearer enseñó la foto al responsable de nuevos talentos de la Metro y unas semanas después Janet Leigh viajaba a Hollywood para firmar un contrato con el estudio. “Le pregunté a Norma Shearer, tiempo después, por qué me había promocionado siendo yo una extraña y me dijo que no lo hizo por demostrar sus influencias o su poder. Simplemente vio en mí algo especial y quiso comprobar si tenía razón”, decía.

Unos meses después debutaba como actriz en un western junto a Van Johnson. A pesar de no tener ninguna formación previa como actriz Janet demostró pronto una gran versatilidad. Tras el western vino un drama protagonizado por Deborah Kerr; luego una película de la saga de la perrita Lassie y a continuación un musical. “Lo frustrante es que siempre había adorado los musicales y en mi cuarta película me llega un musical de la Metro nada menos, pero en el que no tenía que cantar ni bailar”, recordaba la estrella. El musical era Letra y música, en torno a la vida del compositor Richard Rogers, y no es extraño que no la dejaran cantar ni bailar ya que en él aparecían estrellas mucho más preparadas para ello, como Gene Kelly, Judy Garland, Mickey Rooney o Lena Horne.

Pero el primer gran éxito de la carrera de Janet Leigh llegaría en 1949. Era la mayor de las cuatro hermanas protagonistas de Mujercitas, en la versión que dirigió Mervyn LeRoy. Otra de sus mejores películas en estos primeros años de carrera fue el western Colorado Jim, al lado de James Stewart. La película de espadachines Scaramouch marcó el inicio en los años 50 de una serie de películas de aventuras en las que Janet interpretaba a la enamorada del héroe. Aventuras medievales como El príncipe valiente, Coraza negra o Los vikingos, junto a Kirk Douglas, y en donde también compartía reparto con Tony Curtis, con el que se había casado en 1951 convirtiéndose en la pareja de moda de aquellos años en Hollywood. Sus rostros felices aparecían en las portadas de todas las revistas y en los noticiarios cinematográficos. Y no solo en la vida real, al público le encantaba verlos juntos también en la pantalla. La pareja rodó junta seis películas. Una de las que tuvo más éxito fue El Gran Houdini con Tony interpretando al famoso escapista y Janet a su esposa.

Otro de los hitos de la carrera de Janet Leigh fue Sed de mal, la película de Orson Welles en la que la actriz hacía de esposa del policía mexicano Charlton Heston. Y entonces llegó la llamada de Hitchcock para hacer Psicosis. “Fueron siete días de trabajo y 70 posiciones de cámara lo que nos llevó hacer esa secuencia que solo dura 45 segundos. Pero es pura magia porque está hecha por el maestro”, recordaba Janet Leigh. Gracias a Psicosis consiguió la única nominación al Oscar de su carrera. La buena racha de la actriz continuó en los 60 en películas como El mensajero del miedo de John Frankenheimer o Un beso para Birdie, un musical al lado de Dick Van Dyke.

Pero en lo personal las cosas no iban tan bien. En 1962 se divorció de Tony Curtis debido a las constantes infidelidades del actor y a los primeros coqueteos con las drogas de éste, coqueteos que se convertirían en un problema serio tiempo después. A partir de finales de los años 60 comenzó su declive profesional como actriz. Harper, investigador privado, en la que hacía el papel de esposa de Paul Newman, fue el último éxito cinematográfico de su carrera. Ninguna de las películas que rodó a partir de entonces le devolvió glorias pasadas. En los años 70 la actriz se dedicó sobre todo a la televisión, con grandes espacios de inactividad profesional que dedicaba a cuidar de las dos hijas que había tenido con Tony Curtis. En 1956 había nacido la primera, Kelly, y en 1958 la segunda, Jamie Lee, no sin algún sobresalto, ya que pocas semanas antes de nacer, Janet Leigh sufrió un accidente de coche.

Gracias a su papel en La noche de Halloween Jamie Lee Curtis se convirtió también en actriz de éxito, sobre todo en películas de terror en los comienzos de su carrera. Janet contaba que nunca le dio ningún consejo para desenvolverse en el cine. Más bien se los pedía ella a su hija. “Ella tiene un gran sentido común en lo relativo a este negocio, a la parte comercial del cine me refiero. Yo cuando empecé era muy ingenua, me dejaba manejar. Ella en cambio creció expuesta a este mundo y sus referencias y conocimientos cuando empezó eran mucho mayores que los míos”, explicaba

En 1980 coincidieron juntas en el reparto de La niebla de John Carpenter, aunque no compartían escenas hasta casi el final de la película, cuando ambas se encerraban en una iglesia huyendo de la niebla mortífera. En 1998 volvieron a aparecer juntas en Hallowen H20, película de la famosa saga de terror en la que Janet hacía solo un pequeño cameo. Para entonces la actriz ya estaba retirada del cine, aunque aseguraba tener una vida muy activa. “Siempre estoy ocupada y de hecho me falta tiempo. Me dedico a mis organizaciones benéficas principalmente y a documentarme cuando voy a escribir una novela”. Es cierto, en los últimos años de su vida Janet Leigh escribió cuatro libros, dos sobre su vida en Hollywood y un par de novelas. La noticia de su muerte el 3 de octubre de 2004, a los 77 años, sorprendió a todos ya que nadie sabía que estaba enferma. Una inflamación de los vasos sanguíneos fue la causa de la muerte de esta actriz que, a pesar de ser recordada por su papel de Marion en Psicosis, demostró a lo largo de su carrera una gran habilidad para encarnar todo tipo de personajes.

Antonio Martínez

Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine...