Entrevista | Eugenia Ladra: "Quería reflexionar sobre lo que significa ser adolescente y no saber nombrar lo que te pasa"

Fueron los años que vivió de pequeña en el interior de Uruguay los que inspiraron Paso Chico, ese pueblo a la vera de un río, esa tierra de nadie, más charco que pueblo, que la autora termina convirtiendo en un personaje más de la novela, un lugar suspendido en el espacio y el tiempo, donde vive Marga, la protagonista de 'Carnada', el debut en la novela de Eugenia Ladra (Montevideo, 1992) que publica con la editorial Tránsito. "Fue donde viví diez años, esos paisajes se me quedaron atravesados en la memoria y en lo sensorial. Y esos fueron los cimientos sobre los que construí esta novela pero, sobre todo, esos universos, esas atmósferas. Ahí está el origen, la semilla". Ladra describe este lugar en el que podría parecer que no pasa nada, que se percibe con una atmósfera pesada y pegajosa, pero que juega con el contraste de una narración viva, casi hipnótica. "Quería retratar cierta sordidez pero también quería que hubiese momentos de belleza, de amor, de romance, de ver la naturaleza en un estado muy puro. Eso es muy bello pero también muy salvaje".

La novela nos cuenta el verano en el que Marga cumple 13 años, un verano transformador en el que descubre la complejidad de las relaciones humanas. Se trata de una historia en la que todo gira en torno a un espacio, un personaje y una forma de contar. "Aunque hay algunos años que se nombran para orientar al lector es una novela bastante atemporal, podría suceder en otra época, y aunque yo lo pensé en Uruguay también podría pasar en otros lugares. Tiene la aspiración de volverse algo universal, lo que es más propio tiene que ver con el lenguaje, con el léxico". Desde la primera página los lectores se van a encontrar con palabras y expresiones muy de Uruguay, nos cuenta la autora. "Busqué un rescate de esas palabras y expresiones que escuchaba a mi abuela de chica, que me interesaba volver a traer y que colaboran con esta personalidad del pueblo".

La protagonista de 'Carnada' es una gurisa llena de heridas, a la que todos en el pueblo ve como la mala suerte en persona y a la que Ladra cuenta desde la mirada prejuiciosa de quienes se relacionan con ella. "Empezamos a conocerla de una manera más superficial, sabemos que ha matado a un perro, no entendemos porqué, y vemos una descripción física, que es bastante extraña, pero luego nos vamos a adentrando en ella y vamos entendiendo quién es y en qué se está transformando". Marga nace con el señalamiento del pueblo como portadora de la mala suerte por algunos sucesos que ocurrieron en su nacimiento, "es la forma que tiene el pueblo de ponerle nombre y apellidos a sus desgracias. Es una forma de encauzar sus tristezas a través de esa niña que no puede defenderse". El tiempo diluye esa idea pero "también permanece esa característica de que lo que se dice una vez queda para siempre y eso le hace mella, sobre todo, en su forma de relacionarse con los demás. Los mejores lazos que genera es con la gente que llega de fuera".

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Marga no está sola, le rodean una serie de personajes que cumplen una misión. Como cuenta la autora, Justa es la abuela, la persona que la cría, la que encarna los valores cristianos, la mirada de lo que tiene que ser y lo que no, la que se encarga de poner reglas en un mundo donde no las hay. Olga es la que se ocupa de los partos y de los velorios en el pueblo, la que se encargó de traer a Marga al mundo, es esa tía o vecina que siempre está muy cerca, que le aconseja y le acompaña. Y está Recio, la novedad, el que también está marcado como ella, es de quien se enamora y a quien desea. "Hay una suerte de abuso que no está nombrado, pero sí se dan una serie de escenas de las que ella escapa, ella se da cuenta de lo que está pasando, no le pone nombre pero sí entiende en el cuerpo que hay algo que no está bien". Cuenta Ladra que era algo en lo que quería reflexionar, cuando una es adolescente y no sabe nombrar las cosas que le pasan. "Tienes esa sensación de no sentirte cómoda, hay algo que no está bien pero no se cómo nombrarlo y tampoco se cómo salir de esta situación. Quería hablar de esto y pedir la complicidad del lector para ponerle nombre a esas cosas".

'Carnada' nos habla de la posición de la mujer frente al hombre, una posición que la novela nos revela marcada por el peso histórico de la dominación, algo que es incluso más complejo en comunidades aisladas como explica Ladra, "es difícil tener con quien hablarlo, todo es muy endogámico, es difícil tener salida, me interesaba mucho profundizar en lo que ocurre en estas comunidades aisladas cuando estás empezando a ser mujer". Recuerda la autora cómo de pequeña veía el culebrón 'Pasión de gavilanes', el mismo que ve Marga en su casa, esa casa en la que siempre está encendida la televisión. "Eso te da una visión compleja del enamoramiento y del romance y cuando esa es la única voz que te enseña quería explorar cómo es tu realidad después de una educación sentimental de ese tipo".

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Influencia por Juan Rulfo que fue una gran referencia, sobre todo, para la construcción de un universo que se asemeja a lugares que existen pero que tienen sus propias reglas reflexiona Ladra sobre la complejidad de la construcción de la verdad en Paso Chico. "Es compleja porque está sostenida por tabúes, por supersticiones, por chismes y rumores por distintas formas de acercarse a la religión y a las creencias, y ahí se crea ese entramado donde hay mucho juicio por el otro, por lo que llega". De Rulfo es la cita con la que empieza la novela, "y eso es solo por fuera; por dentro estoy hecha un mar de lodo", la cita perfecta para entender al personaje Marga, "no te puedo explicar los saltos que di cuando la encontré, tiene mucho que ver con la protagonista y cómo la vamos descubriendo a través de la novela".