Jon Sistiaga anima a actuar contra los ultras tras la "vergüenza a escala planetaria" del derbi madrileño: "Decir que hay miedo es una forma de garantizarte la impunidad"

La problemática de los radicales en el fútbol español se ha disparado después de una semana en la que los incidentes en las gradas han robado protagonismo al terreno de juego. La suspensión del derbi entre Atlético y Real Madrid por el lanzamiento de objetos al campo puso un colofón para olvidar a unos días en los que la alerta ya estaba encendida por las bengalas lanzadas durante el desplazamiento de ultras del Athletic Club a Roma. Mientras estos comportamientos vuelven a proliferar en España, 'SER Deportivos' ha podido charlas con el periodista Jon Sistiaga para realizar una comparativa de esta situación respecto a la que predomina en la Barras Bravas argentinas, donde se inmergió hace años para grabar un reportaje en el que arriesgó incluso su integridad física.

A pesar de la preocupación, el director del documental 'Jon Sistiaga entre Barras Bravas' de Movistar+ avanza que queda un largo camino hasta llegar a ese clima. "El fenómeno Barras Bravas, que también ha bajado un poco en Argentina, es absolutamente superior en cuanto a polarización, violencia y repercusión tanto en medios como en el propio deporte", avanzó de primeras.

Aun así, el periodista hace autocrítica con la permisividad de los clubes, escudada por la mano blanda que se ha tenido desde los medios de comunicación respecto a sus tímidas reacciones. "La costumbre de los clubs de futbol de dejar bajar el suflé, que se enfríe, se olvide... En esto, los medios, los periodistas, debéis insistir para que no se olviden. Con esto juegan luego las directivas: lo del vasazo fue hace un año, lo de Courtois hace dos... Se vuelven a repetir los esquemas dentro de un año o dos, pero no se quitan las bases que están produciendo esos incidentes", aseguró, animando a alentar para que se tomen medidas reales.

En contraposición al problema instalado en los estadios españoles, Sistiaga comenta que el poder de las Barras Bravas adquirió unas dimensiones que todavía perduran: "Ponen y quitan directivas, ponen y quitan jugadores, deciden jugadores... y no por un 'facetime'. Se manejan con chantajes, amenazas, con presencias que imponen respeto en los colegios de los hijos del entrenador, a la puerta de la oficina del presidente... Es un fenómeno de institucionalización mafiosa donde en la forma de proceder lo de menos es el futbol". Y es que, como mostró en antena, detrás de los radicales argentinos hay oscuros intereses incluso relacionados con "cobrar por los que llegan en coche al fútbol, tráfico de todo tipo de sustancias o posicionarse como paliceros ocasionales".

"Nos asimila a otras sociedades"

"Lo que ocurrió el otro día (en el Cívitas Metropolitano) no es un fenómeno parecido, pero sí ha provocado una vergüenza a escala planetaria. Nos asimila a otro tipo de sociedades", amplió Jon Sistiaga en estos minutos, en la que indicó que "exhibir que se ha detenido a un chaval de 18 años significa no reconocer que ha habido otra camada de violentos que se ha cultivado en otra forma de ver el fútbol". El problema, según cuenta, está arraigado en unas zonas concretas e identificables que en algunos casos se hacen pasar por 'gradas de animación': "Todo el mundo que está ahí sabe lo que pasa y si sigues renovando tu abono en ese lugar es porque estás de acuerdo con ese tipo de comportamientos y la gente que te rodea".

Y aunque directivas de algunos clubes hayan manifestado sus miedos a atajar el problema ultra de raíz, para Sistiaga no es una excusa válida. "El miedo es un refugio fácil de los débiles. Decir que hay miedo es una forma de garantizarte la impunidad, una forma de decir que no se puede actuar", expuso el periodista, después de hablar de todo lo que sufrió mientras grababa su reportaje en Argentina. "Se va dejando hacer y el violento, si lo permites hacer, no se va a convertir en una persona dócil, sino todo lo contrario", explicó, invitando a actuar cuanto antes: "Se sabe quienes, son, se saben todos los nombres, lo sabe la brigada de información y el propio Atlético de Madrid. No hay que esperar a que haya una nueva camada de tíos que imite los roles de otros tíos que ahora tendrán 35 y les cuenten lo que hicieron. Hay que pararlo".