Nevenka Fernández confiesa que no ha sido capaz de ver 'Soy Nevenka' entera: "Lo he intentado siete veces"

Hace más de dos décadas, los españoles se veían obligados a mirar a los ojos al machismo intrínseco que envenenaba nuestra sociedad y poner, por primera vez, el consentimiento en el centro del debate público. En una rueda de prensa convocada en Ponferrada el 26 de marzo de 2001, conocíamos a Nevenka Fernández, concejala de Hacienda y Comercio, que se convertía en la primera mujer de España en denunciar a un político por acoso sexual.

En este caso, se trataba del alcalde el Partido Popular, Ismael Álvarez, generando el revuelo y la conmoción entre los habitantes de la ciudad y de todo el país. La dimisión de Nevenka y su acusación desembocaron en una campaña de juicios, legales y populares, que, en ocasiones, pusieron en duda las vivencias de la víctima y la veracidad de su relato.

Ahora, dos décadas después de infinitas crónicas, relatos, tertulias e incluso una serie documental de Netflix contando la realidad del 'Caso Nevenka', llega la adaptación cinematográfica, 'Soy Nevenka', a cargo de la directora Icíar Bollaín. Ambas mujeres, directora y víctima, han pasado por los micrófonos de 'Hoy por Hoy' para analizar el suceso y charlar sobre la película que cuenta su verdad.

Nevenka no ha logrado ver la película entera

"Tengo 26 años y tengo dignidad", decía una joven Nevenka ante las cámaras y micrófonos que escuchaban atentos las declaraciones de concejala, que reconocía que no podía olvidar lo ocurrido. Unas palabras que la propia Nevenka Fernández afirma que, a pesar de haber escuchado muchas veces, aún le siguen causando impresión.

Aunque hayan pasado 23 años de ese momento, la propia Nevenka asegura que le ha costado enfrentarse a la película dirigida por Icíar Bolláin. "He intentado verla siete veces y he conseguido verla casi entera sólo una vez", reconoce a Barceló, revelando que hay trozos en las que tiene que taparse los oídos y cerrar los ojos. No obstante, como espectadora, Nevenka define la película como "durísima" y "maravillosa" a partes iguales. "Creo que eso es bueno porque significa que es todo lo dura que tiene que ser", sentencia.

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Icíar Bollaín afirma que ha intentado "estar a la altura" de las personas reales que protagonizan esta historia, "personales valientes que han hecho algo que las transciende". "Había necesidad de contarlo con la mayor emoción posible", explica la cineasta y señala la importancia de la cinta para mostrar la dificultad de detectar y entender el acoso. "Siempre pensamos que el acoso es un ataque, cuando es un goteo de cosas aparentemente nimias, de insinuaciones, de miradas, de bromas, de silencios...", añade Bollaín.