Política

La ministra Mónica García denuncia que han vandalizado su coche: "Sigo defendiendo la buena política aunque nos intenten amedrentar"

Además de manchas sobre el cristal delantero, había una pegatina con el símbolo nazi en uno de los retrovisores

Una de las pegatinas nazis que han puesto en el coche de Mónica García / Elisa Muñoz Barrero

Madrid

La ministra de Sanidad, Mónica García, ha denunciado en redes sociales que han vandalizado su coche, sobre el que además han pegado mensajes nazis: "Sigo defendiendo la buena política aunque nos intenten amedrentar y amenazar para que no la ejerzamos. Que se enteren quienes alientan la crispación y quienes la perpetran", señala en X junto a dos imágenes del estado del vehículo.

Ministras como Yolanda Díaz, Ana Redondo, Sira Rego o Elma Saiz han mostrado su condena por los hechos y su apoyo a su compañera. "Su odio y violencia no hará que paremos ni un segundo", señala la responsable de Trabajo.

También este jueves, la diputada del PP Ana Vázquez Blanco ha compartido en redes sociales una carta anónima que ha recibido llena de insultos y desprecios: "Gracias por tal nauseabunda misiva….pero tú no tienes lo que hay que tener para poner tu nombre en el remite. Eres un cobarde de mierda!! No os tengo miedo!! No me vais a callar!!", señalaba ella, publicando a continuación la misiva entera.

Los actos vandálicos dirigidos a partidos o responsables políticos se suceden de forma recurrente. Hace casi un año, cuando se estaba teniendo lugar la investidura de Pedro Sánchez en el Congreso, las sedes del PSOE en lugares como Palencia o San Sebastián de los Reyes (Madrid), amanecieron con pintadas de "traidores" o "ratas".

El pasado mes de febrero un antiguo cargo de Vox se sentó en el banquillo como presunto responsable de vandalizar el mural feminista de Ciudad Lineal el 8 de marzo de 2021 y a finales de agosto Sumar llevó al Congreso de los Diputados los ataques de la extrema derecha en Colmenar Viejo (Madrid).

Más mediático fue el acoso que sufrieron Pablo Iglesias e Irene Montero en los alrededores de su casa. Durante ocho meses en 2020, en los que las concentraciones frente al domicilio de Galapagar fueron continuas con insultos, pantallas de sonido a todo volumen e incluso grabaciones subidas a redes sociales de lo que sucedía en el jardín. La Fiscalía solicitó 3 años de cárcel por acoso, injurias y revelación de secretos.