Mónica García: "Muface es un subsistema anacrónico"

Madrid

Las tres aseguradoras que colaboran con Muface han tensado este jueves la negociación con el Gobierno y han exigido subidas para mantener el servicio, que presta asistencia sanitaria a 1,5 millones de funcionarios. La última reunión entre las aseguradoras DKV, Asisa y SegurCaixa Adeslas y el Gobierno, que tuvo lugar la semana pasada, concluyó sin acuerdo y ahora amenazan con abandonar las negociaciones si el Ejecutivo no accede a elevar de forma "significativa" la dotación prevista para 2025 y 2026, algo que se está negociando estas semanas. Sobre esta cuestión, ha respondido la ministra de Sanidad, Mónica García, en Hora 25.

"Ahora mismo se está en un proceso de diálogo, de renovación de ese convenio. Las manifestaciones dentro de los diálogos y de los convenios... yo sería bastante cauta. Dicho esto, para nosotros Muface no es ninguna prioridad. Es verdad que es un sistema dentro del sistema anacrónico y que da unas condiciones que son diferentes del resto de los ciudadanos, que para mi gusto no son mejores porque, por ejemplo, una de las cosas que nosotros siempre defendemos es la atención en atención primaria, que es la que realmente va a mejorar la salud de la población, y estos subsistemas no tienen esa atención primaria. Pero más allá de eso, yo creo que hay que dejarle el diálogo, hay que dejarles que sigan pactando y que sigan hablando y a ver cómo se resuelve esta situación", ha afirmado la ministra.

Sobre la posibilidad de eliminar Muface, la ministra ha afirmado que no es su competencia, sino que pertenece a Función Pública, y ha remarcado que no es algo que esté encima de la mesa. García ha recalcado que es importante estudiar la eficiencia del sistema en su conjunto y ha insistido en que no hay nada más eficiente que un sistema que tenga atención primera dentro, como existe en la sanidad pública. "Yo en lo que a modelos sanitarios se refiere, defiendo la sanidad pública, pero insisto esto no es mi competencia y creo que no hay ninguna intencionalidad más allá de obviamente, en cualquier negociación, llegar a un punto común", ha asegurado.

Bajas flexibles

García también se ha pronunciado sobre las bajas flexibles que ha plantado este jueves la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. La titular de Sanidad defiende que primero tiene que leer la letra pequeña del anuncio, ha afirmado que hay que ser "prudente y cautelosa", pero ha reconocido que a su ministerio le "rechina bastante la palabra flexible".

"El tema de la voluntariedad siempre se abre a interpretaciones que pueden ser dañinas. La baja médica es un acto médico. La salud es lo primero en cualquiera de las visiones que podamos tener de este tema, pero es verdad que en consulta hay casos de incorporación paulatina, por ejemplo, una paciente que lleva meses de baja por una depresión, por una ansiedad o que lleva un año y que en vez de pasar de 0 a 100 tiene que pasar con una incorporación paulatina. Bueno, se puede sondear esa posibilidad. Ahora bien, si lo que estamos hablando es de flexibilidad para desproteger al trabajador, que afecta a coacciones a presiones de las empresas, yo creo que en esto no vamos a estar de acuerdo nunca", ha asegurado.

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Coche vandalizado

Al margen de esta cuestión, García también ha sido protagonista este jueves por haber sido víctima de un ataque directo y personal. Su coche ha sido vandalizado, con pegatinas nazis pegadas a los cristales, con la luna destrozada y lleno de suciedad. Una situación que García ha compartido en redes sociales para reivindicar que esto no va a hacer que cambie su acción en el Gobierno. "Sigo defendiendo la buena política aunque nos intenten amedrentar y amenazar para que no la ejerzamos. Que se enteren quienes alientan la crispación y quienes la perpetran", ha escrito.

Sobre esta situación, la ministra ha afirmado en Hora 25 que de momento ha denunciado el caso a la policía y que no le han comunicado quién ha podido ser el responsable. García ha admitido que está "preocupada" y, sobre todo, "triste" porque no es "de piedra", aunque ha remarcado que estos actos no la van a amedrentar. "Esto me afecta a mí como persona, porque me lo han hecho porque soy ministra, soy mujer, soy progresista. Al final esto debería preocuparnos a todos, porque es un ataque al Gobierno y a la democracia. Creo que este acoso y bullying político no es casual, es programado y sistemático y lo venimos viendo desde hace mucho tiempo", ha concluido.