Hora 25La cena de los idiotés
Sociedad

¿Cogerías la llamada de tu pareja cinco minutos antes de salir a escena en la obra de tu vida? Nuevo episodio de 'La cena de los idiotés'

Aimar invita a Joaquín Reyes, Olivia Molina, Ángeles Caballero y Manuel Jabois

La cena de los idiotés 2x03 | Los escorpio son muy rencorosos

Madrid

Tercer episodio de la segunda temporada de 'La cena de los idiotés' en Hora 25. En la cena de hoy, Aimar invita a Joaquín Reyes, Olivia Molina, Ángeles Caballero y Manuel Jabois, cinco amigos que se enfrentan a varios dilemas, desde la llamada urgente en el momento profesional más importante de tu vida al dilema de un sicario primerizo.

La cena de los idiotés | 2x03 Los escorpio son muy rencorosos

Eres una actriz, en un momento muy importante de tu carrera, porque te ha llegado el proyecto de teatro con el que vas a dar, por fin, un paso adelante en la profesión. Te llega un personaje como Yerma de Lorca, en el Teatro Nacional, con el director más puntero del momento, un elenco de primeros actores que tú encabezas. Aceptas, con responsabilidad y trabajo, te metes de lleno en el proceso, ensayas exhaustivamente: te preparas voz, cuerpo, texto durante meses y meses. Hay muchas expectativas y expectación puestas en el proyecto y en ti. Llega, por fin, el esperado día del estreno. Estás en el teatro, calentáis todos para salir a escena, te caracterizas, el ambiente es de pura adrenalina en el equipo, el patio de butacas está a reventar, los compañeros y compañeras de profesión y críticos sentados, programadores de toda España, directores. Estás a unos minutos de salir a escena y de pronto por el rabillo del ojo ves que tu teléfono se enciende, siempre lo dejas en silencio y boca abajo para no distraerte. Pero esta vez, como un acto reflejo y porque algo te dice que lo mires, le das la vuelta. Y ahí, descubres que tienes 6 llamadas de tu pareja. Él sabe el momento en el que estás, y tú sabes que no te llamaría jamás con esa insistencia si no fuese algo absolutamente urgente e inminente. Ahí tienes que decidir, ¿lo llamas?

A ti y a tu amigo os han ofrecido el mismo papel. Para ti, es una buena oportunidad porque te va a poner en Primera Division y vas a pegar el salto que todavía no has pegado, y además te gusta el proyecto, el personaje, etc. Sin embargo, no lo necesitas para sobrevivir, porque te puedes manejar con los trabajos que vas teniendo. Estás cansado de estar en ese nivel, pero al menos puedes pagar gastos y vivir normal con tu familia. Tu amigo sí lo necesita, lleva un par de años sin trabajar y es coger esto o dejarlo para siempre y dedicarse a otra cosa. Y quiere cogerlo, porque sabe que lo necesita, pero al mismo tiempo a ti te dice que le da un poco igual ese papel, que lo hace por el dienro, pero que le va a dedicar lo justo porque ni le gusta el proyecto ni se va a implicar. Y el director te dice: "Estoy entre vosotros dos, no me decido, ayúdame, qué hago, te cojo a ti o a él". ¿Qué haces?

Eres un sicario primerizo. No has matado nunca. Tu clan te manda matar a un hombre del clan contrario, para demostrar que puedes y que eres de fiar y de la familia. Estás muerto de miedo, pero vas a hacerlo. Y cuando llegas, el hombre de repente se muere de un infarto en tu cara. ¿Qué haces? ¿Le dejas así aunque se sepa que no lo has matado tú o le clavas cuchillos o le dejas marcas para que parezca que lo has matado tú?

Eres enfermero de la República, volcado en tu trabajo, en el servicio de prisiones. Al empezar la guerra has tratado a pacientes de los dos bandos, también quintacolumnistas. Han salvado muchas vidas, has curado muchas heridas. Un día te detienen: eres masón, de "los rojos", y sabes que acabarás como el resto de tus compañeros, fusilado en un pelotón en la Almudena. El general que va a interrogarte acude esa mañana con su mujer. Su hijo fue asesinado por los republicanos, también fusilado, y saben que lo conociste, que lo curaste una vez, aunque a los pocos días perdió la vida. El padre te genera repulsión y desprecio, pero esa mujer, vestida con un abrigo de pieles, te genera cierta ternura. El asesinado era un tipo despreciable, como su padre, no por su ideología, sino por lo que hizo en vida. Su madre solo quiere saber cómo murió, si habló de sus padres, de España, si cayó como un héroe. Tú sabes que vas a morir tarde o temprano, que acabarás fusilado o muriendo en la cárcel enfermo como Miguel Hernández. ¿Qué haces, mientes o dices la verdad?