Silicon Valley veta a la Unión Europea como medida de presión para que rebajen su regulación de Inteligencia Artificial
Meta, Apple o Google ya han comunicado no lanzarán sus últimos avances de IA en Europa
Silicon Valley veta a la Unión Europea como medida de presión para que rebajen su regulación de Inteligencia Artificial
Los avances de la Inteligencia Artificial siguen su camino pero no al mismo ritmo en Estados Unidos y en Europa. Después de que la Comisión Europea aprobase la primera ley de inteligencia artificial el 13 de Marzo de este año Silicon Valley, el centro tecnológico a nivel mundial, ha puesto el veto a Europa.
Las medidas europeas son mucho más restrictivas que las estadounidenses en materia de control de los datos y eficiencia energética han hecho que Silicon Valley deje de lado a la Unión Europea en los últimos avances de la IA. Ekaitz Cancela, investigador de tecnopolítica en la Universidad Oberta de Catalunya, cree que Europa ya está por detrás de Estados Unidos en la carrera de la IA. Para cancela lo que está haciendo Silicon Valley es amenazar y disciplinar a Europa para que reduzcan sus restricciones y se alineen con Estados Unidos y de sus empresas dejando de lado su propio modelo de bienestar.
En Europa no estará disponible el último avance de Meta, la empresa propietaria de WhatsApp, Instagram o Facebook. Llama 3.2 es la primera Inteligencia Artificial multimodal. Procesa imágenes, textos, vídeos o gráficos para generar información. La función de voz de Chatgpt o el Apple Intelligence son dos nuevos asistentes de voz que tampoco se lanzarán en Europa.
Según Cancela, en términos de Inteligencia Artificial existe un choque de narrativas. La Unión Europea se basa en un principio que trata de garantizar que los productos de empresas y servicios no afecten al medio ambiente, a la sociedad o a las comunidades europeas. Da pasos lentos pero seguros. Mientras tanto estados Unidos se basa en un modelo de coste-beneficio. Las empresas se centran en los beneficios que la IA les genera pero no tienen en cuenta los costes sociales o energéticos.
Un tira y afloja entre Europa y Silicon Valley con amenazas, presiones y normativas que marcará el desarrollo de la Inteligencia Artificial a nivel mundial.