¿Está funcionando el tope al alquiler? Los precios caen un 5% en las zonas tensionadas de Cataluña

Madrid

Los precios han caído en las zonas tensionadas en Cataluña desde que el tope de precios de los alquileres entró en vigor. El Govern de la Generalitat ha publicado este martes los primeros datos para un trimestre completo: los precios cayeron un 5,2% en Barcelona y un 5% en el conjunto de zonas tensionadas.

"Ha habido más caída de precio, pero también hay otros factores que afectaban que han afectado a la caída de los precios, por tanto, prudencia en el manejo de los datos. Habrá que esperar al mes para más trimestre para ver si esta tendencia persiste. Lo que debería regularse es la cuestión de los contratos de temporada y las habitaciones", explica el exdirector del Banco Hipotecario, Julio Rodríguez.

Sin embargo, la caída de precios ha venido acompañada de una reducción en la oferta de alquiler disponible. En el último trimestre, se han firmado 24.543 contratos, el 17,2% menos. En el resto del territorio, los contratos firmados han sido 4.770, lo que apunta un descenso del 1,6% en comparación con los primeros meses del ejercicio en curso. Según la Generalitat, la caída de precios "avala" la eficacia de los topes y la caída de oferta se debe al desvío de contratos al alquiler temporal.

¿Por qué siguen calentándose los alquileres?

Aunque la limitación de precios parece estar funcionando en Barcelona, España tiene un problema estructural en materia de vivienda que sigue tensando los precios. ¿Qué causas explican estas subidas?

1. Falta vivienda social. La VPO ha desaparecido entre 10 ó 15 años después de su construcción. El resultado, España sigue siendo el país con menos vivienda social de la UE (2,6%) frente al 18% de Reino Unido, el 23% de Austria o el 32% de Países Bajos.
2. Crece la demanda porque hay más inmigración. Según la Universitat de Barcelona, el incremento de un punto porcentual en la inmigración sube los precios en España un 3,3%.
3. Los fondos de inversión especulan con la vivienda. Dos de cada tres viviendas están ya en manos de grandes propietarios y un 15% del parque del alquiler está en manos de fondos de inversión.