Corea del Norte corta todas las carreteras y vías ferroviarias que conectan el país con Corea del Sur

Las tensiones geopolíticas entre China, Corea del Norte, Corea del Sur o Japón no dejan de crecer y el último paso lo ha dado este miércoles el opaco régimen norcoreano, que ha decidido cortar todas las carreteras y vías de tren que comunican ese país con su vecino del sur, con quien permanece técnicamente en guerra desde hace décadas. Las dos Coreas están conectadas por carreteras y por dos líneas ferroviarias, una de las cuales directamente enlazaba la ciudad surcoreana de Paju con la norcoreana de Kaesong. Aunque esta última línea ha sufrido ya cortes por las tensiones entre ambos países, generalmente el sur exportaba por este camino materiales de construcción y recibía por su parte ropa y zapatos fabricados en un parque industrial gestionado por ambas Coreas en la localidad del norte. En un comunicado, las autoridades de Pyongyang habla de una situación en la península coreana «que entra en una fase impredecible» por culpa de «los ejercicios militares que se han realizado de manera simultánea cerca de nuestra frontera sur, la presencia de medios nucleares estadounidenses y las voces histéricas que auguran el final del régimen». Por ello, pasa a determinar lo que en la práctica es un cierre total de la frontera. No esconde el régimen norcoreano que su intención es dar un paso «para separar completamente nuestro territorio del de Corea del Sur». Desde hoy mismo, se cortan por tanto las comunicaciones por tierra y tren y además anuncia Pyongyang un refuerzo de las fortificaciones en la línea fronteriza. «Dada la situación crítica en la que el peligro de guerra aumenta cada día tomamos esta medida militar sustancial», reza el comunicado. En los últimos meses, Estados Unidos ha trasladado un portaaviones, buques de asalto o submarinos a Corea del Sur para participar en maniobras militares conjuntas que han enfadado a Corea del Norte y también a China, que considera que las aguas que separan su territorio continental de Taiwán no pueden ser atravesadas por barcos militares extranjeros. Kim Jong-Un ha amenazado este mismo mes con utilizar armas nucleares para responder a un posible ataque de Corea del Sur, quien a su vez ha exhibido su armamento más moderno en el último desfile de sus fuerzas armadas celebradas el pasado 1 de octubre. Estados Unidos mantiene a 28.000 soldados desplegados en Corea del Sur. De momento, el ejército surcoreano ha respondido confirmando que no ha detectado ningún movimiento nuevo u obra de construcción iniciada, aunque mantiene sus amenazas de responder de forma inmediata y «abrumadora» a las provocaciones militares que puedan llegar de su vecino del norte. El presidente de Corea del Sur ha insistido este miércoles en defender una península «unificada y libre de armas nucleares» para ampliar el mercado y las oportunidades para ambas naciones. El dirigente surcoreano defiende la implantación de una democracia en el norte y su gobierno va a destinar algo más de 90 millones de euros en tres años a proyectos de cooperación para promover esa democratización en los países del Indo-Pacífico. China por su parte ha expresado su preocupación por la situación en la península coreana. La portavoz del gobierno de Pekín, Mao Ning, ha instado a buscar soluciones pacíficas para no desestabilizar más la región. China es el principal socio económico de Corea del Norte en la región y el propio presidente Xi Jinping ha destacado este mes la amistad que une a ambas naciones.

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El régimen de Kim Jong-Un ahonda en su aislamiento como protesta por las maniobras militares que Seúl ha desplegado este año junto a Estados Unidos

Antonio Martín

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